- Construye un matrimonio feliz: Los padres desempeñan un papel fundamental en la familia. Es importante trabajar en la relación de pareja y, si es necesario, mantener una relación saludable incluso si ya no hay amor entre ambos. Esto evitará crear un ambiente tenso y forzado que pueda afectar a tus hijos en el futuro.
- Fomenta la comunicación: Escuchar a cada miembro de la familia es fundamental. En un mundo lleno de distracciones electrónicas, es importante apartar los dispositivos y dedicar tiempo a conversar con tu familia sobre cómo les fue en el día, sus preocupaciones o cualquier tema que deseen compartir.
- Comparte más momentos juntos: En la actualidad, muchos padres trabajan largas horas fuera de casa, lo cual puede generar cansancio al llegar. Sin embargo, trata de reservar al menos media hora al día para pasar tiempo de calidad con tu familia. Fortalecer los lazos familiares a través de experiencias y actividades compartidas es una excelente manera de construir una relación sólida. Busca actividades que se adapten a tus energías disponibles.
- Comer juntos: Existe un dicho que dice “la familia que come unida, permanece unida”. Evita comer frente al televisor y procura hacer las tres comidas del día en compañía de tu familia. Esta práctica fomenta un vínculo difícil de romper.
- Fomenta la expresión de todos: Es importante permitir que todos los miembros de la familia, incluyendo a los niños, se expresen. Aunque no conozcan todos los temas, sus opiniones son valiosas en lo que respecta a su felicidad. Pregunta a tus hijos a dónde les gustaría ir de vacaciones o qué actividades desean hacer fuera del horario escolar. Esto les brinda voz y voto, además de prevenir futuros problemas.
- Planifica actividades compartidas: Realizar actividades en conjunto fortalece los lazos familiares y crea recuerdos y experiencias inolvidables que pueden ayudar en momentos difíciles. Cada familia es única y solo tú tienes la capacidad de fortalecerla, cultivarla, cuidarla y apreciarla. Lo importante es priorizar la unión, el afecto, el respeto y la honestidad en el núcleo familiar.
