En Salina Cruz, una persona que requiera sangre le cuesta entre los mil y 3 mil pesos, dinero que en muchas ocasiones los familiares del enfermo no tienen.
En los hospitales, a través de Trabajo Social, se le pide al familiar del paciente próximo a operarse, que done por lo menos tres unidades de sangre.
María tuvo que pagar 800 pesos a tres personas para que aceptaran sacarse sangre, pero como no contaba con el recurso tuvo que pedir prestado.
“No teníamos dinero y tuvimos que empeñar las alhajas de mi mamá para pagarle a amigos, porque ya nada es gratis, y en los hospitales los bancos no cuenta con la unidad requerida” dijo.