En un hecho histórico para el país, después de un año y un mes de haber solicitado el beneficio de Amnistía, Julia, indígena zapoteca de 48 años de edad, es la primera oaxaqueña beneficiada por la Ley de Amnistía.
Gerardo Martínez Ortega, coordinador jurídico y de litigio del Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción Asociación Civil (CEPIADET), explicó que el primer caso se logró gracias a un proyecto denominado “la Justicialidad de los Derechos de Personas Indígenas” a través de la Ley de Amnistía que realizó la asociación.
Uno de los componentes es identificar casos de personas indígenas que tuvieran la hipótesis que prevé la Ley de Amnistía en este caso con delitos federales porque Oaxaca todavía no tiene esta ley; por ello, recorrimos todos los penales de Oaxaca e identificamos casos que pudieran acceder a ello. En el caso de Julia tuvimos que ir al penal femenil de Tanivet, se plantearon un total de cinco casos, estos fueron de mujeres indígenas que se violaron sus derechos porque no tuvieron intérpretes y defensores conforme a su cultura y lengua”.
Detalló que en el caso de Julia se declaró procedente y “en el resto no fue posible porque los delitos son de delincuencia organizada y la ley prevé este impedimento de catálogos de delitos en el que no procede, pero la misma ley dice que por cualquier delito tratándose de personas indígenas en el supuesto que no tuvieran defensor en su cultura y lengua, por eso en el resto estamos en la etapa de impugnación”.
Dijo que el caso de Julia era una historia invisible para la justicia, ya que la originaria de la comunidad de San Bernardino, perteneciente al municipio de Santa Cruz Xitla, Miahuatlán, hablante de la lengua zapoteca, entiende poco el español y nunca contó con un procedimiento adecuado.
Estuvo en el penal femenil de Tanivet por el delito contra la salud en su modalidad de transporte de cannabis saniva, mejor conocida como mariguana. “A su casa llegaron personas desconocidas a ofrecerle trabajo y que únicamente sería llevar maletas a Tapanatepec, ellos pagarían su pasaje, comida y un pago de tres mil pesos, por necesidad aceptó y en el autobús donde viajaba le decomisaron las maletas con mariguana”.
CEPIADET siguió de cerca este caso, ya que en su comunidad vivía en una situación de pobreza extrema y sus empleos consistían en lavar ropa ajena o al campo, lo que aprovecharon los delincuentes para convencerla de realizar el transporte.
Es uno de tantos casos de personas indígenas que se encuentran privadas de su libertad, ella no recibió asistencia, ni apoyo de un intérprete o defensor, lo que representa un incumplimiento a las leyes internacionales. Ahora la Ley de Amnistía contempla que para reparar el proceso y los derechos violentados pueden acceder a la libertad”.
Finalmente, este miércoles 13 de abril, un juez le otorgó a la indígena su libertad y a decir de Gerardo Martínez, existe otro caso en un penal de Tuxtepec que podría ser beneficiado con esta ley.
