No hay dos aguas iguales, cambian los minerales y hay barios tipos en función de sus características químicas, físicas o biológicas, eso la hace potable, salada, destilada o mineral.
Peeero ¿No tienes un cariño especial por al agua mineral? Esta agua es origen de la historia europea. Hipócrates fue el que descubrió en el siglo IV antes de Cristo, en la Antigua Grecia, los beneficios que nos aportaban ciertas aguas minerales.
Después, los romanos patentaron sus virtudes creando sus termas y baños. Y en el siglo XVII las casas de baños se fueron transformando en balnearios, llegando a convertirse en el siglo XVIII en centros de peregrinación.
Las aguas minerales comenzaron a envasarse y a comercializarse en farmacias con la denominación de “mineromedicinal” a principios del siglo XX. Debido a la demanda, en los años 50, empezaron a venderse en tiendas y centros de venta de comestibles.
Existen importantes diferencias entre el agua mineral y el agua del grifo que les convierten en dos productos totalmente distintos. La principal diferencia es que el agua mineral, no necesita, ni recibe ningún tipo de tratamiento químico, ni microbiológico, mientras que el agua corriente debe someterse obligatoriamente a tratamientos de desinfección para garantizar su seguridad.
El agua mineral procede de manantiales subterráneos y por ello, es 100% natural. Su origen se debe al agua de lluvia, o de la nieve, que tras ser drenada lentamente por la tierra, viaja durante miles de años, hasta el acuífero subterráneo donde permanece protegida.
Ayuda a tu ósea Aporta nutrientes como el calcio, el fósforo, el flúor o el magnesio, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis.
Cuida tu digestión El agua mineral actúa como hidratante y transportador de nutrientes y otras sustancias en el cuerpo, da soporte a la actividad celular y ayuda al organismo a eliminar desechos.
Aporta minerales como calcio, magnesio y sodio, por lo que podemos considerarla una gran aliada para tu salud.
Ayuda a regular la temperatura corporal, especialmente durante el ejercicio, ya que regula la distribución de calor.
Elimina toxinas lo que reduce las dolencias renales (piedras, arenilla, cálculos.)
Es uno de los productos sometido a más controles de calidad y seguridad. Esto garantiza que llegue en perfectas condiciones desde la naturaleza hasta el consumidor.
