La cerveza es esa bebida que se puede acompañar con casi cualquier platillo, en especial si son alitas o una pizza, aunque muchos otros prefieren tomarla sola mientras ven un partido o conviven con sus amigos en alguna reunión, pero ¿sabías que existe un tipo de cerveza que no contiene alcohol? ¿Esto es cierto?
En los últimos años podemos encontrar una gran variedad de cervezas, ya sean artesanales o aquellas más comerciales a las que les suelen agregar un sabor adicional como limón, pero hay otras que son consumidas sobre todos por los más jóvenes: las cervezas sin alcohol.
¿Cómo surgió?
La cerveza es una bebida que se consume desde hace varios años en todo el mundo, pero la historia de la versión sin alcohol surgió en Estados Unidos en 1919. En un principio eran llamadas “near beers” y etiquetadas como “non- alcoholic malt beverage”, menciona Cerveceros de México.
La razón por la que comenzaron a ser tan populares es porque entre los años 1919 y 1933 se prohibió vender alcohol en Estados Unidos, por lo que esta bebida era la única que podía producirse y venderse en época. Además, por ley se establecía que las cervezas debían de tener solamente 0.05% de grado alcohólico.
Aunque por ahora en Estados Unidos y en otros países no se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas, a excepción de cuando en México se estable Ley seca por unos pocos días, muchos prefieren tomar la cerveza sin alcohol para poder degustar este sabor sin las consecuencias que podría provocar una en versión normal.
¿De qué está hecha?
Cuando nos ofrecen una cerveza sin alcohol pensamos que no tendrá ninguna gota de este líquido, sin embargo, lo que la hace diferente de su presentación normal es que contiene un menor grado: 0.05%, lo que no quiere decir no necesariamente no tendrá alcohol.
La forma de elaborar esta cerveza es igual a la tradicional, pero lo único que cambia es que se elimina el etanol a través de los procesos de la elaboración de esta cerveza.
Lo primero que se hace es la filtración en la que se hierve el mosto fermentado para así expeler el alcohol, después la mezcla se diluye con agua para así reducir el grado alcohólico.
