La plaga del picudo negro ha acabado con prácticamente todas las palmeras del bulevar Manuel Ruiz, en la colonia Reforma. Varias de las que siguen se muestran en agonía. Entre las oficialmente extintas apenas quedan los troncos como testigos de un mal que ha afectado a otros ejemplares en la calzada Héroes de Chapultepec, el bulevar Eduardo Vasconcelos, el jardín El Pañuelito y demás espacios públicos de la capital.
En un recorrido por esta vía al norte de la ciudad de Oaxaca, se contaron al menos 34 troncos de palmeras que hace cinco años ya estaban afectadas por esta plaga que se come sus corazones y las mata poco a poco. Ya en 2017, el ingeniero Jorge Luis Cruz Alvarado, de la asociación civil Oaxaca Fértil, contaba un centenar de palmeras con la plaga, entre las mil existentes en la ciudad. Aunque siguen en pie, cerca de 20 palmeras del bulevar Manuel Ruiz muestran un evidente deterioro.
A la mayoría de las palmeras de la ciudad les cayó una plaga del insecto picudo negro. “Este les consumió los corazones y se fueron secando. Muchas están muertas en pie”, reconocía en mayo el subdirector de Medio Ambiente de Oaxaca de Juárez.
Clemente Jesús López explicaba también que algunas palmeras infectadas están en espacios particulares y como ayuntamiento no puede intervenir, salvo petición de propietarios, que han de pagar el dictamen y los trabajos que se realicen.
Hasta mayo, la Subdirección de Medio Ambiente estimaba en más de 180 las palmeras muertas en la capital, entre un total de aproximadamente 250 o más que fueron plantadas en administraciones anteriores, pero que se consideran “relativamente jóvenes”.
Al referirse al arbolado urbano, el presidente del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), Gerardo Aldeco Pinelo, ha dicho que la muerte, caída de ramas y otras afectaciones a la flora se deben a la falta de prevención por parte de la autoridad municipal.
Es decir, que no ha habido la atención adecuada para los árboles de espacios públicos de Oaxaca de Juárez, una ciudad que en el último mes ha experimentado al menos una afectación diaria al arbolado. Hace unos días, un árbol seco cayó en la esquina de las calles Reforma y Berriozábal.
