Profunda irritación y malestar ocasionó la famosa vacunación en la región de la Costa, en donde el desorden fue evidente pues los “servidores de la nación” se aplicaron la vacuna, que debería ser sólo para personas de 60 años y más.
La subdelegada de Bienestar, Aída Valencia Ramírez, incluyó a familiares, amigos y paisanos de la zona de Loxicha para que también recibieron la vacuna.
Esta misma funcionaria, que es la responsable de la vacunación en Valles Centrales, no visitó los lugares sede donde se aplicaron las vacunas, en donde brilló por su ausencia.
Mientras tanto, el grueso de la población quedó en espera de instrucciones para lograr la esperada vacuna.
Tampoco se coordinaron con la Secretaría de Salud estatal cuyos médicos nunca supieron cuál es la dosis y la vacunas que tienen que aplicar, por lo tanto, desconocen la marca de la misma para su manejo adecuado.
A Oaxaca llegaron vacunas de Pfizer, Sinovac y Cansino, que fueron distribuidas con un criterio en apariencia clasista; Pfizer para zonas de clase media y alta y el resto para el interior del estado y agencias municipales.
Quedó demostrada la falta de capacidad de los funcionarios de Bienestar en Oaxaca con el pésimo manejo de la vacunación, criticado por los presidentes de la región que se llaman engañados.
