Baches, basura y agua estancada son los problemas que a diario, en especial en fechas recientes, enfrentan conductores de la ciudad de Oaxaca en el tramo que comunica a la ciudad con los municipios de Santa Cruz Xoxocotlán y San Jacinto Amilpas. Las riberas del Río Atoyac, en donde se ubican estos pasos peatonales y vehiculares guardan una condición similar, como se observó este jueves en el área conocida como “el playón”.
Desde los límites con Xoxocotlán y San Juan Chapultepec, esta última agencia de la capital, la basura y maleza destacan bajo el Puente Cuarto Centenario. Una especie de baches también está presente en el área, incluso al tratarse de un tramo carente de pavimento.
Junto a este paso, el Puente Porfirio Díaz muestra un estado más deteriorado si se piensa en las condiciones de hace un mes, cuando las lluvias dejaron al descubierto la falta de pavimento en unas zonas. Sin embargo, de esos pocos metros de deterioro, prácticamente todo el tramo bajo el puente carece de asfalto y en su lugar hay lodo y agua estancada de las lluvias recientes.
Pasar bajo este sitio se convierte en un reto para todo tipo de conductor y unidad, aunque las motocicletas parecen enfrentar un panorama más complicado, pues es casi imposible pasar. Además de que las aguas limitan la visibilidad y con ello incrementa el riesgo de caer en un bache muy profundo.
Los puentes, sin embargo, no son las únicas zonas afectadas por las lluvias, ya que el área del playón, en donde productores oaxaqueños expenden sus frutas y verduras al mayoreo, están en una condición similar. Varios metros, hasta llegar al Puente Bicentenario.
Más adelante, el Puente Valerio Trujano muestra también cierto deterioro, aunque el mayor problema lo tiene el Puente Del Tecnológico. Ahí, Beatriz Marcela Juárez, una madre de familia que junto a sus hijos guía a los automovilistas para pasar, cuenta que el puente lleva varios años con deterioro. Sin embargo, en el último año la situación parece no ser tan grave como en periodos previos, pues el ayuntamiento pavimentó parte del área. Pese a ello, el agua que sale de una tubería afecta el paso vehicular, lo mismo que los baches de fechas recientes y que se extienden en todos los carriles del paso.
Con sus hijos, Beatriz intenta sacar parte del agua y rellenar con tierra los tramos afectados, mismos que por las lluvias y el uso diario vuelven a abrirse. Los accidentes, explica, son regulares y se dan mayormente en conductores de motocicletas. También en mototaxis, pues a la presencia del bache se suma la “imprudencia” del conductor.
En la estructura del puente también hay daños, como los que señala en los tubos que son golpeados y dañados por las unidades más altas, especialmente los tráileres. Para Beatriz, lo que falta en esta parte es un anuncio que indique la altura máxima de unidades.
