Demolera Noruega edificio con murales de Picasso
El inmueble quedó cerrado luego de ser impactado en el 2011 con una bomba, a pesar de los esfuerzos por reconstruirlo el edificio será demolido
Noruega dio luz verde a la polémica demolición de un edificio histórico en el centro de Oslo, pero que resultó dañado en los atentados de 2011 del ultraderechista Behring Breivik, A pesar de que el gobernador provincial de Oslo solicitará al Gobierno que reconsiderara el derribo de un edificio con murales de Pablo Picasso.
El “Bloque Y”, llamado así por su forma, fue terminado en 1969 y alberga en sus muros obras del artista noruego Carl Nesjar a partir de dibujos del pintor español. El edificio del complejo gubernamental fue objeto de un atentado en 2011.
Este edificio cuenta con un estilo modernista y albergaba un ministerio, pero resultó dañado por los ataques con bomba de Breivik el 22 de julio de 2011. En 2014, por razones de seguridad, Noruega decidió demolerlo y decidió desplazar a otro lugar dos de las obras murales en las que colaboró Picasso, Los Pescadores y La Gaviota.
La decisión de demolerlo provocó una ola de protestas de los defensores del patrimonio y de parte del público, que se movilizó y evitó aplazar la destrucción del edificio. Tres organizaciones y asociaciones anunciaron el 13 de febrero su intención de llevar al Estado ante la justicia y pidieron al gobierno que aplace la demolición hasta que se pronuncie la justicia.
El miércoles el ejecutivo rechazó esta demanda, argumentando las consecuencias financieras de un nuevo aplazamiento y por la necesidad de avanzar en el proyecto de reconstrucción “La Statsbygg (agencia responsable de gestionar el patrimonio del Estado) es responsable de empezar los trabajos preparatorios para demoler el ‘bloque Y'”, indicó en un comunicado el ministerio de Administraciones Territoriales y Modernización.
Ese mismo día una petición en contra de la destrucción había reunido unas 28.000 firmas. Lo que asentaría las bases sobre la forma de proceder para resguardar el patrimonio cultural de Noruega y observar si la demanda social es suficiente para la conservación en buenos términos de estos murales únicos en el mundo. Por lo que la solución sería llevarlos a otro lugar, intactos con el fin de exponerlos o reproducir la esencia de los murales.
