Denuncian privatización de la calle García Vigil en Oaxaca

Automovilistas y comerciantes del último trazo de la calle de Manuel García Vigil, se inconformaron por la supuesta privatización de esta vialidad, donde a partir de este miércoles los vecinos colocaron letreros y señalizaciones que prohíben a los visitantes estacionarse en la zona.

“Es increíble que la misma autoridad autorice la privatización de las calles, se supone que es vía pública y cualquier ciudadano puede circular sin ser molestado en su derecho de tránsito”, señaló la señora Miriam, quien buscaba estacionarse en esta calle para realizar trámites en las oficinas gubernamentales que se ubican en la zona.

Al consultar con los encargados de los establecimientos que se ubican en la zona conocida como los Arquitos, comentaron que esta situación también podría afectar en sus ventas, ya que al ver los letreros los clientes evitarían ingresar hacia la calle de Rufino Tamayo.

Aunque anteriormente ya había una señalización por parte de la autoridad municipal que prohíbe estacionarse en esta calle, que va desde Cosijopí hasta la Calzada Héroes de Chapultepec, ahora los colonos colocaron otro letrero con la leyenda “Alto, acceso solo a vecinos con tarjetón, se usará grúa”.

A decir de los mismos vecinos esta determinación se tomó a raíz de la anarquía que se vivía diariamente en esta vialidad, pues a todas horas los automovilistas que realizan trámites en las oficinas gubernamentales se estacionaban hasta en doble fila obstruyendo el paso peatonal.

“Las unidades que vienen a surtir los diversos servicios pueden circular sin problemas, así como los automovilistas que tengan la necesidad de acudir por algún tema, lo que ya no se puede hacer es obstruir la calle y el paso peatonal”, comentó uno de los colonos.

Debido a la falta de cajones en el Centro Histórico y a pesar de la advertencia, varios automovilistas que acuden al Instituto Oaxaqueño de las Artesanías (IOA), se arriesgaron a estacionarse en esta calle donde inicia el empedrado de los Arquitos.

Ante esta situación, los vecinos se vieron obligados a colocar cintas de precaución en el paso peatonal, pues a pesar de ser un paso obligado para los turistas que disfrutan de las calles de la capital, los automovilistas obstruían frecuentemente las banquetas.