Expertos y creadores del arte textil se reunieron el pasado viernes en el Centro Cultural San Pablo, como parte de la jornada y exposición Ceñir el paraíso: la colección de Tony y Roger Johnston. A través de una serie de conversatorios y demostraciones de tejido en torno a las fajas y ceñidores de América, invitados de Chile, Guatemala y México reflexionaron sobre las diferentes maneras de elaborar una faja o ceñidor, así como los significados e importancia de tales prendas en las culturas del continente.
Abierta desde abril en el Museo Textil de Oaxaca (MTO), la exposición sirvió para que investigadores, curadores o representantes de museos de estos países dialogaran con los asistentes sobre la historia y la evolución de ciertas prendas. Además de los diseños y nuevas técnicas, según las necesidades del mercado y de las y los usuarios.
Loreto Millalén Iturriaga, del taller Ad Llallin (Chile) presentó la plática “Lukutuwe: vistiendo el profundo agradecimiento y sentimiento por el tiempo de vida y fertilidad”; Violeta Gutiérrez Caxaj, del Museo Ixchel del Traje Indígena (Guatemala), habló sobre “Fajas: colores y diseños, señas de identidad”, asimismo, Crispina Navarro Gómez, de Textiles de Santo Tomás Jalieza (México), abordó el tema “Lazos con tradición”.
“Fajas que hablan, cintas que florecen”, fue otro de los conversatorios del ciclo hecho a partir de la exposición de piezas coleccionadas por Tony y Roger Johnston, y que fueron donadas al MTO en 2017, por Tony, viuda de Roger.
El cuento “Dedos de luna”, de Tony Johnston, se contempló en este ciclo, y para el cual se contó con lectores voluntarios del programa “Seguimos leyendo”.
Desde abril y hasta el 18 de agosto, la exposición Ceñir el paraíso se mantiene en el museo, como una muestra de la amplia colección que comprende casi mil piezas, ahora bajo custodia del MTO.
Sobre la exposición, el curador Alejandro de Ávila ha recordado que Tony y Roger comenzaron esta afición a partir de sus viajes por México. Entre las primeras piezas adquiridas está una faja que usan las mujeres de Cuetzalan, Puebla, misma que motivó el comentario de uno de sus amigos, quien dijo que esta luciría bien en la tapa del WC. Sin embargo, a Roger y a su esposa, el comentario les indignó, pues no era lo que esperaban escuchar de aquella prenda “adornada en un extremo con lana de colores encendidos”.
Por ello, y motivados por los comentarios de amigos conocedores sobre el arte textil (Irmgard Johnson, Ruth Lechuga y Donald Cordry) comenzaron a adquirir ceñidores y fajas de todo México.
Así fue como consiguieron piezas de países como México, Guatemala, la región andina y otras regiones del mundo. Algunas de ellas se pueden apreciar en las salas Grana, Añil, Coyuchi, Caracol, de dicho museo ubicado en el Centro Histórico de la ciudad.
