A más de un año de ser tomado el palacio municipal de San Miguel Tlacotepec, aún continúa el conflicto en la comunidad, ya que los habitantes de la zona siguen tomando esta medida de protesta por una supuesta violación a sus usos y costumbres.
Miguel Sierra León, encargado de la asamblea de representación general del municipio, informó que han iniciado diversas quejas ante algunas dependencias de gobierno, ya que el conflicto postelectoral que se vive en esta comunidad está estancado y las autoridades correspondientes no hacen nada para solucionarlo.
Detalló que el conflicto se ha complicado, debido a que el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) no ha querido validar la elección de diciembre del 2017 donde quedó electo por la asamblea de representación, Néstor Rufino Tapia, además denunció que el titular del organismo electoral Hugo Aguilar, renunció a su cargo.
Comentó que existen las pruebas legales y jurídicas a través de documentos para comprobar que Pedro Rafael León Camacho ha realizado actos de corrupción, como por ejemplo, una obra de revestimientos la infló hasta en un millón de pesos.
Asimismo, Sierra León expuso que en Tlacotepec se vive un clima de ingobernabilidad, ya que debido al conflicto existe una diversa carencia de servicios como recolección de basura, salud, educativos, agua potable, entre otros más, lo que dificulta las tareas diarias de los habitantes de esta comunidad y frena el desarrollo de esta.
“Aquí en la comunidad no hay justicia y pues tampoco queremos hacer justicia nosotros por nuestra propia mano por lo que seguimos en la lucha de quitar del poder a una persona corrupta y poner a alguien que respete nuestros usos y costumbres y además, haya sido elegido por la propia comunidad”, finalizó.
Cabe mencionar que las autoridades municipales encabezadas por León Camacho que fueron desconocidas en una asamblea en diciembre del 2016, por lo que arribaron elementos de la Policía Estatal y de la Municipal, además de algunos representantes de las agencias al palacio municipal para romper sellos de seguridad que fueron colocados por la asamblea para impedirles el paso.
