Selena fue una de las máximas estrellas del Tex-Mex, ranchera, balada, pop latino y cumbia mexicana; sin embargo, llegar a la cúspide del éxito no fue sencillo, pues sus inicios en la industria musical fueron opacados por la explotación de su padre y el desprecio del medio.
Desde su infancia, Selena Quintanilla dio muestras del gran talento que poseía para el canto y no tardó en despegar hasta consagrarse como la gran promesa de la música latina.
Con tan solo nueve años, Selena se convirtió en la vocalista de Selena y los Dinos, al lado de sus hermanos Suzette y Abraham Quintanilla, agrupación de la que su padre fue representante de tiempo completo.
Aunque tenía una gran pasión por la música, algunos rumores señalan que Selena no quería cantar en español, pero no solo porque no dominaba el idioma, sino porque en aquella época la música grupera era considerada de bajo nivel.
En 1980, Selena fue criticada y rechazada en varias ocasiones tras presentarse cantando música tejana, un género que para ese entonces estaba dominado por los hombres; sin embargo, Abraham Quintanilla estaba convencido de que, debido a su ascendencia mexicana, podría acercarse a géneros del país, y no se equivocó.
En 1984, Selena grabó su primer EP y desde entonces todo fueron éxitos, pero durante mucho tiempo se dijo que su padre ejercía demasiada presión en ella; incluso fue acusado de explotación infantil por la Agencia de Educación del estado de Texas, debido a que la cantante abandonó la escuela para dedicarse a la música.
Pese a su increíble éxito, Selena tuvo una vida solitaria, pues era vista por sus padres más como una empleada que como una hija. Incluso Abraham Quintanilla ha sido comparado en varias ocasiones con Luis Rey, papá de Luis Miguel, por su carácter fuerte y su ambición para los negocios.
Aunque Selena fue asesinada cuando tenía solo 23 años, la cantante se destacó como empresaria, modelo, actriz y diseñadora de modas.
