El chocolate amargo parece tener más beneficios para tu salud de los que pensabas y puede ser la mejor opción para calmar tu antojo de forma saludable.
Hay que comenzar por decir que no todos los chocolates son de calidad nutritiva y aportan lo mismo, en ese sentido, la Secretaría de Salud (Ssa), a través de su Norma Oficial Mexicana (NOM-186), define al chocolate como:
Al producto homogéneo que es elaborado a partir de la mezcla de dos o más de los siguientes ingredientes: cocoa, manteca de cacao, pasta de cacao, adicionado con azúcares u otros edulcorantes que también puede contener otros ingredientes opcionales como lácteos y aditivos para alimentos, encontrando diferentes variedades del mismo.
Chocolate amargo: calidad y nutrientes
Se habla de que un chocolate de calidad es aquel que contiene en su mayoría, cacao.
El cacao es un fruto que se extrae de las mazorcas maduras de árboles de la especie Theobroma cacao.
Por su parte, datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refieren que en México existen más de 40 mil hectáreas de cacao en los estados de Chiapas y Tabasco, sin embargo, más del 70% del grano de cacao proviene de cultivos de África.
Placer. Debido a su contenido de cafeína tiene la capacidad de aumentar la dopamina en la sangre, sustancia relacionada con sensaciones de placer y bienestar.
Visión. Una nueva investigación realizada por la Escuela de Optometría de Rosenberg en Estados Unidos encontró que la ingesta de chocolate amargo mejoraría la visión debido al aumento en la retina y el flujo sanguíneo cerebral que mejora la biodisponibilidad del oxígeno.
Todo esto gracias a su aporte de flavonoides, aunque los investigadores sugieren seguir con investigaciones al respecto.
¿Cómo elegir el mejor chocolate? La UNAM también refiere que un chocolate de calidad o buen chocolate contiene del 50 al 60% de sólidos del cacao, 31% de manteca de cacao, de 29 a 43% de azúcar y solamente el 1% de lecitina.
Otra característica es que un buen chocolate se derrite a una temperatura aproximada de 36.5 grados centígrados; similar a la temperatura de la boca.
¿Los mayores consumidores? Son los suizos; consumen 10 kilogramos al año pér cápita.
