Yesenia, de un año de edad, murió al caer en un bote con capacidad para 20 litros de agua, en el interior de su vivienda en San Martín Mexicápam al mediodía de ayer; su madre se descuidó cuando realizaba los quehaceres domésticos y a pesar de que los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana intentaron reanimarla, estaba muerta.
Brenda se encontraba en el interior su casa que se localiza en la primera privada de Reforma de la colonia Presidente Juárez, perteneciente a San Martín Mexicápam, donde doblaba ropa después de bajarla del tendedero, en compañía de su hija de un año de edad.
La nena, quien apenas aprendía a dar los primeros pasos, gateaba en el cuarto, de cuatro por cuatro metros, en la vecindad.
Sólo fue el descuido de un instante de la mujer hacia su hija. La pequeña gateó y llegó al bote de 20 litros de agua que se encontraba a un lado de la estufa donde cocinaba.
La nena se asomó pero le ganó el peso, lo que ocasionó que se fuera de cabeza al tambo que guardaba menos de la quinta parte de agua, quedando un momento de cabeza.
La mujer se volteó y vio a su hija dentro de la cabeza, corrió para tratar de ayudarla, la sacó y la tomó en brazos; sin saber qué hacer, tomó el teléfono y llamó a su esposo, quien se encontraba en su centro laboral, a quien le informó que su hija se encontraba inconsciente.
El angustiado padre de familia, salió de su trabajo, pidió el auxilio de una ambulancia y llegó a su casa acompañado de familiares.
Minutos más tarde, al lugar llegaron paramédicos de la Cruz Roja, quienes trataron de reanimar a la niña, pero al tomarle los signos vitales supieron que estaba muerta, por lo que dieron parte a los elementos policiacos.
Elementos de la Policía Municipal acordonaron el lugar, dejando a la niña en el interior del cuarto en espera de los elementos investigadores.
Una de las vecinas, sorprendida ante el movimiento policiaco, llegó a la puerta principal de la vecindad, tratando de entrar por el uniforme de su hijo que estaba colgado en el tendedero, pero le informaron que no podría pasar ya que se encontraban realizando diligencias ministeriales. Al preguntar que sucedió le contestaron que había muerto la niña.
“Pobre nena, su mamá siempre la cuidaba, estaba siempre al tanto de su hija, apenas empezaba a gatear”, comentó sorprendida.
“Señora y usted no veía algo extraño ¿si le pegaba a la nena la señora o le gritaba?”, preguntó el oficial.
“No, no, nunca la vi que le pegara, lo que si estaba pendiente de ella todo el día”, contestó. “Es que está raro que se haya muerto, luego tenía poca agua el bote, tal vez se lastimó las cervicales o la cabecita, bueno, ya los peritos dirán su dictamen de lo sucedido”, reviró el oficial.
Horas más tarde, al lugar llegaron peritos de la Fiscalía, quienes realizaron diligencias en la inspección ocular que realizaban los agentes investigadores.
De acuerdo al protocolo, esperaban que los familiares de la nena realizaran la identificación legal del cadáver y devolverlo después de practicada la necrocirugía.
Sin embargo, por la tarde circuló en redes sociales que un comandante de la AEI violó los protocolos de investigación para forzar a los familiares a que contratarán a una funeraria para que no se llevaran el cuerpo de la niña al anfiteatro y así evitar la investigación; no obstante, esta información no fue confirmada ni desmentida por las autoridades.
