Practicar jardinería es bueno para tu salud mental
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Practicar jardinería es bueno para tu salud mental

La jardinería es el pasatiempo que ayuda a tu salud mental de grandes maneras, particularmente reduce la ansiedad y mejora el ánimo.


Practicar jardinería es bueno para tu salud mental | El Imparcial de Oaxaca

¿Has invertido tiempo en tu jardín? Desde plantar algunas flores hasta algo más elaborado, quizá hacer tu propio huerto para ayudar al planeta. Las opciones son muchas, pero lo que quizá no sabías es que la jardinería es el pasatiempo que ayuda a tu salud mental de grandes maneras, particularmente reduce la ansiedad y mejora el ánimo.

La escritora Sarah Rayner compartió los detalles sobre lo que este pasatiempo provoca en tus emociones con el sitio Psychology Today y es verdaderamente fascinante, pues entenderemos por qué va más allá de un simple gusto y hasta podrías animarte a darle una oportunidad, si todo aquello que has intentado no ha dado resultado.

Ya sea que tengas un espacio en tu hogar, que cuides plantas en el interior de tu casa, esta actividad revelará mucho de tu personalidad, todo aquello que nutre al cuidar a alguien más. Toma nota de los siguientes beneficios:

Brinda un sentido de responsabilidad
Cuidar de las plantas es una excelente manera de aprender a cuidar y respetar a otros seres vivos, si lo hacemos en los primeros años de vida, nos permite maravillarnos con los procesos de la naturaleza, cuando una planta crece, cuando florece, cuando cambia con las estaciones y vuelve a iniciar el ciclo.

Sentimos que nutrimos a otros
No importa la edad o la preferencia, todos queremos sentirnos útiles para otros y las plantas nos permiten observarlo y sobretodo, sentirlo. Jamás darán un fruto a quien no las cuida, tampoco florecerán si no les dedicamos tiempo, atención y cuidados. Sentirnos parte de ese logro ayuda a que nuestra autoestima se fortalezca.

Nos mantiene conectados a nuestro entorno
Así es, practicar la jardinería nos ayuda a recordar que no somos el centro del universo. El vivir en nuestro mundo sin pensar en los otros puede ayudar a que suframos depresión, enfocarnos en el exterior, en el ambiente, nos puede ayudar a ser más abiertos.

Un estudio del 2003 realizado por estudiantes de enfermería, reveló que practicar jardinería en grupo nos ayudaba a enfocar nuestras habilidades y objetivos con otros, ayudaba a aprender a trabajar en equipo, incluso a generar nuevas motivaciones, a ejercitarnos y más.

Libera estrés
Practicar jardinería nos permite escapar de situaciones desagradables, nos ayuda a relajarnos, nos aleja de pensar en todos aquellos pendientes difíciles e incómodos. Incluso, si estamos atravesando por algo muy difícil, nos ayuda a elaborar acuerdos con nosotros mismos para digerir la situación.

Quitar las plantas que no sirven o que están secas, trabajar para eliminar plagas, limpiar, barrer, plantar algo nuevo, es una metáfora de las cosas que vivimos en el día a día, si no podas lo malo de tu vida, no podrás crecer.

Trabajar al aire libre provoca felicidad
Es una buena forma de hacer un poco de ejercicio y disfrutar del ambiente y lo que es bueno para el cuerpo, es bueno para la mente. La jardinería particularmente, ayuda a liberar serotonina y dopamina, las hormonas que nos provocan felicidad, y reducen el nivel de cortisol, la hormona del estrés.

Si bien, trabajar en el jardín puede ser agotador, cuando llegue la hora de dormir notarás que lo harás fácilmente y disfrutarás de un mejor descanso.

Desenvolvernos entre plantas y flores nos permite vivir en el presente
En lugar de preocuparnos por el futuro o lamentarnos por el pasado, esta pequeña actividad nos permite enfocarnos en el presente, en hacer lo necesario para que lo que estamos cosechando pueda dar frutos. El jardín, las plantas, las flores, son perfectas para despertar nuestros sentidos. Escucha, toca, huele, observa.

La jardinería nos recuerda el ciclo de la vida y nos ayuda a aceptar la muerte
Actividades como estas nos pueden ayudar a pasar los tragos amargos de la vida, a lidiar con emociones incómodas incluyendo la del duelo. Estar en un jardín, cuidar de las plantas, nos ayuda a entender que todo tiene un principio y un final, pero que este da pie a nuevos brotes, nos lleva a la regeneración.

Reduce nuestro enojo
Así es, la jardinería también tiene un lado oscuro y es en él donde podemos descargar las emociones negativas como el enojo, cuando tienes que escarbar, mover la tierra, arrancar lo que no sirve, también puedes liberarte emocionalmente. Siempre es bueno hacer espacio para lo nuevo, en el jardín y en el corazón.

Te permitirá sentirte en control
Si te sientes abrumada por todo lo que ocurre y no puedes controlar, el jardín es un excelente lugar para reencontrarte contigo misma y sentir que tienes todo en orden. No puedes controlar a otras personas pero sí cómo reaccionas a ellas y el jardín te permitirá entenderlo a profundidad.

Es algo fácil
No necesitas empezar con jardín enorme, unas cuantas plantas en casa, en macetas, son el camino ideal si es una experiencia nueva en tu vida. Las plantas sanas te animarán cada que las veas y si quieres ahorrar, puedes inventar tus propios contenedores para no gastar.

En sí es una actividad que puedes compartir con alguien más, con niños, amigos, es más económico que una terapia formal, y la madre naturaleza siempre te recibirá con los brazos abiertos, dale una oportunidad.