Rescatan a perro en Ejutla de Crespo

El rescate de un perro criollo tardó más de cuatro horas y reunió a los más experimentados socorristas de Ejutla de Crespo, quienes finalmente utilizaron las herramientas a su alcance para liberar al pobre animalito.

Vecinos del barrio Cruz Blanca solicitaron el apoyo de las corporaciones locales y cuerpos de socorro luego de percatarse de que un can permanecía atorado entre dos bardas que separan dos viviendas ubicadas en la calle Pinos, esquina Fresnos.

De acuerdo con los colonos, el perrito se encontraba en ese incómodo lugar desde el pasado domingo.

“Está inalcanzable”, indicó uno de los socorristas al intentar extraerlo por los métodos más sencillos, pues el perro se había atorado a una distancia cercana a los seis metros.

No había dueño ni sabían el nombre del perrito, sin embargo esta era una emergencia igual que cualquier otra de las que se presenta día con día.

“Es un ser vivo”, dijeron vecinos, tras lo que socorristas imprimieron mayor esfuerzo para rescatar sano y salvo al perrito que, informaron, al parecer llevaba varios días atorado y sin comer.

Las estrategias implementadas pasaron de difíciles a complejas, pues la situación tomaba tintes de rescate extremo. La barda, con todo el peligro que la actividad representaba, fue cortada con una sierra eléctrica.

Los socorristas sabían perfectamente que un centímetro más o un centímetro menos podría significar la muerte del animal, sin embargo el cálculo fue exacto.

Finalmente, el rescate fue exitoso y el animal fue valorado por los socorristas, quienes indicaron que el perrito presentaba laceraciones en sus hombros, en sus patitas delanteras y en sus costillas.

Luego de ser atendido el perrito y debido a que no cuenta con un dueño, tras su recuperación sería dado en adopción, indicaron los rescatistas, quienes se quedaron con él para continuar bajo observación médica y garantizar su recuperación total.

Quienes siguieron de cerca el rescate, indicaron que en ningún momento se hizo menos al animal y que los métodos utilizados fueron los más apropiados, pues estaba de por medio la vida de un ser vivo que bien pudo haber sido un ser humano.

Policías de la zona se mantuvieron al margen de lo ocurrido, resguardando el lugar para evitar que curiosos ingresaran al área de trabajo que, por las herramientas utilizadas por los socorristas, representaba un riesgo latente.

Afortunadamente, el animalito pudo ser liberado y ahora solo busca recuperarse para quedar en espera de una familia que lo tome en adopción.