Con indignación
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Con indignación

 


Con indignación veo una nota en un diario de circulación nacional, en el sentido de que cuatro de cada cinco alumnas han sido víctimas de acoso sexual por parte de compañeros, maestros, y directivos, de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Las víctimas manifiestan que denunciaron los hechos ante la Dirección General encabezada por Víctor Hugo Villalba. En todos los casos, las víctimas dicen haber recibido una negativa de la Dirección General para actuar contra los imputados.
Es una pena que la Septién como se le conoce en el medio, ha sido la columna vertebral del periodismo en México, de sus aulas surgieron una pléyade de periodistas, entre sus egresados destacan: Alberto Barranco, Ana María Lomelí, Anayetzin Díaz Alcalá, Aurora Berdejo, Blanche Petrich, Carlos Marín, David Páramo, Luis Enrique Mercado, Francisco Ramírez, Guillermo Ortega Ruíz, Gustavo Rentería Villa, Rosa Ícela Rodríguez Velázquez, José Luis Vázquez Baeza, Juan Manuel Oliva, Manuel Pérez Miranda, Raymundo Riva Palacio, Teodoro Rentería Arróyave, Salvador Corro, Fidel Samaniego y Vicente Leñero, entre otros.
Sus egresados muchos compañeros del gremio periodístico, se encuentran en diversas posiciones claves que van desde analistas de información, reporteros de la fuente, subdirectores, directores de medios importantes de comunicación, hasta socios y dueños de medios que hoy son punta de lanza en la forma de hacer periodismo.
En la actualidad la Septién cumple 70 años, mismos que se ven empañados por un director que no merece estar al frente de la institución, por académicos que muchos de ellos debieran ser removidos del encargo, y por alumnos que no han sido debidamente seleccionados, que han mostrado estar ahí para ofender a las mujeres, que confiaron sus aspiraciones de egresar siendo periodistas dignas, y con los conocimientos necesarios para ejercer una profesión que resulta fascinante, a la vez que riesgosa en los últimos tiempos.
Quienes nos dedicamos al oficio, estamos dispuestas o dispuestos a dar la batalla desde la trinchera en que nos encontremos, dispuestos a informar sobre el acontecer nacional e internacional de forma cotidiana, desde realizar en el escritorio una nota del Diario Oficial de la Federación, hasta cubrir la información policíaca, política, deportiva, hasta la adversidad de asistir a cubrir el paso un huracán, o viajar a cubrir una guerra. En fin, siempre estamos en movimiento y al menos por lo que a mí respecta, he tenido la fortuna de tener jefes, jefas, y compañeros de trabajo -muchos egresados de la Septién-, respetuosos, con quienes tengo incluso una amistad cordial, nos apoyamos los unos a los otros e incluso, quienes formamos parte de la Vicepresidencia de información de Noticieros de Televisa con el licenciado Jacobo Zabludovsky, así como por su mano derecha Raúl Hernández Bautista, nos hemos reunido: reporteros, cronistas, camarógrafos y ex directivos, en un chat que es más una fraternidad de colegas, donde de manera cotidiana compartimos anécdotas, comentamos noticias y asistimos a quién nos requiere.
Por lo anterior, habrá que esperar que las autoridades competentes tomen cartas en indagar lo que pasa al interior de la Septién García,ya de por sí, el periodismo se ha vuelto en México una profesión de alto riesgo, como para que padezcan los estudiantes recién ingresan a un plantel, que supuestamente tiene prestigio y ha forjado a grandes plumas.
Los periodistas, hombres y mujeres merecemos respeto, y aunque sólo 16 estados de la República tipifican como delito el acoso sexual; en el resto del país sólo aparece la figura jurídica del hostigamiento sexual, y la pena más alta es de 8 años de prisión. Es hora de castigar a quienes han incurrido en acoso contra estudiantes en la Septién García, y devolverle a la escuela el prestigio, el respeto a todas las tendencias políticas, ideológicas y religiosas.
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