Sobre los boletos de la Guelaguetza 2019
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Sobre los boletos de la Guelaguetza 2019

 


“La función del arte es edificar, reconstruirnos cuando estamos en peligro de derrumbe”
Sigmund Freud

 

El pasado lunes 03 de junio, el gobernador del estado de Oaxaca, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, anunciaba que los boletos para las cuatro funciones de la Guelaguetza 2019, estaban agotados. Los boletos fueron puestos en preventa desde el 15 de mayo de este año a través del portal superboletos, y el 1 de junio inició su venta oficial en el portal antes mencionado y en los módulos de la Secretaría de Turismo. Los boletos (ya en venta oficial) se acabaron en menos de tres días, lo cual parecía ser una buena noticia, pues significaba que las acciones de promoción y difusión de la riqueza cultural del estado habían sido exitosas, sin embargo, en las siguientes horas en portales como StubHub se ofertaban los boletos con un incremento excesivo al precio original. Los precios en los módulos de la Secretaría de Turismo fueron de mil 290 pesos en el palco A y de mil 45 pesos (moneda nacional) para el palco B. La reventa en internet alcanzó los $22 mil 505 pesos por cada boleto en el palco A y 35 mil pesos en el palco B para la función del 22 julio (primer lunes del cerro) a las 10 de la mañana. La situación indignó a los oaxaqueños, dado que muchos no alcanzaron a comprar boletos en la venta oficial para la fiesta, porque los revendedores acapararon el mercado.
Los orígenes de la festividad datan desde tiempos prehispánicos, cuando nuestros antepasados celebraban y veneraban a la “diosa-energía del maíz” Centéotl, por la que realizaban grandes honores, y ofrendas, misma tradición que (aunque ultrajada y transformada) sobrevivió tras la conquista española, porque ya establecida la religión cristiana, los frailes franciscanos y dominicos prohibieron las prácticas dedicadas a la diosa-energía, construyeron el templo católico dedicado a la Virgen del Monte Carmelo -hoy templo del Carmen Alto-, y adoctrinaron a los indígenas oaxaqueños para que su culto fuera rendido a esta Virgen. Hoy en día, la Guelaguetza es un homenaje a Oaxaca mediante la expresión de las danzas y bailes de las 8 regiones del Estado. A pesar de las etapas que ha tenido esta celebración, el objetivo de realizarla reside en el acto de participar cooperando; y nos regala una muestra del patrimonio cultural de cada región. El significado de nuestra tradición lleva consigo una responsabilidad mucho más profunda que la de tener algo para vender al turismo extranjero cada año, como oaxaqueños tenemos presente que la Guelaguetza, palabra de origen zapoteco, representa el don gratuito que no lleva consigo más obligación que la de la reciprocidad, y la convivencia de los pueblos.
En virtud de que la Guelaguetza es una las festividades más representativas de México, resulta necesario que la reventa de los boletos sea sancionada, como lo establece el Reglamento de Espectáculos y Diversiones de la Municipalidad de Oaxaca de Juárez en su artículo 32: “Queda estrictamente prohibida toda forma de reventa de boletos con sobre precio, siendo responsable las personas físicas o morales que sean sorprendidas en flagrancia infringiendo esta disposición. Dicha conducta se sancionará mediante la incautación de boletos y la imposición de una multa conforme a la Ley de Ingresos Municipal en vigor; dicha multa se duplicará tratándose de servidores públicos. En el caso de falsificación de boletos o documentos en general y/o su uso, le corresponderá las sanciones que establece el artículo 226 del Código Penal para el Estado de Oaxaca.” Así como también, el hecho de que el precio de los boletos rebase hasta el tres mil por ciento de su precio original, puede interpretarse como fraude, delito que el Código Penal para el Estado Libre y Soberano de Oaxaca contempla en su artículo 380, que a la letra dice: “Comete el delito de fraude el que engañando a otro o aprovechándose del error en que éste se halle, se haga ilícitamente de alguna cosa o alcance un lucro indebido”.