Nuestro compromiso social
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Editorial

Nuestro compromiso social

 


El pasado 26 de noviembre, EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca cumplió 68 años de estar en circulación. A lo largo de este período ha sido testigo de primera fila de los acontecimientos de la vida oaxaqueña. Nada se ha escapado en nuestras páginas. Lo mismo hemos señalado las malas políticas o lacorrupción en la estructura gubernamental que hemos ponderado los logros; igual hemos sido críticos de los abusos cometidos o las injusticias, que hemos señalado los excesos de grupos, sindicatos y organizaciones. Jamás hemos sido complacientes, no obstante los calificativos de “oficialistas” que en algún tiempo nuestros detractores nos quisieron colgar. Tampoco hemos actuado como corifeos irresponsables del poder en turno, sino que, bajo la premisa de institucionales, hemos defendido al poder establecido, como en el 2006, sin llegar a la defensa burda de los regímenes.
En nuestras páginas hemos dado espacio a la crítica, sin que ello raye en la descalificación o el denuesto. Se han señalado yerros y desvíos, sin llegar a la injuria, la difamación o la calumnia. Hemos sido cuidadosos en extremo, sabidos de que la credibilidad y no la información torcida nos ha dado la pauta para mantenernos tanto tiempo en el ánimo de los oaxaqueños. El prestigio ganado a los largo de esos 68 años de vida no ha sido fortuito, sino a base de sacrificios, de seguir al pie de la letra nuestro Código de Ética y, particularmente, una línea editorial crítica, propositiva, apegada a la realidad y sin ficciones. Hasta el momento no nos hemos doblegado a los oropeles de nadie, mucho menos, hemos doblado las corvas para aplaudir aberraciones institucionales.
Cerramos pues 2019 con el ánimo renovado de ratificar nuestro compromiso con Oaxaca y con sus causas; con los oaxaqueños y sus reclamos; con nuestros lectores y amigos, como instrumento de crítica sana que lleve como divisa, la unidad, la reconciliación y la paz social. Estamos convencidos de que con el aval de nuestros lectores, la confianza de nuestros anunciantes y con el compromiso de la familia editorial de EL IMPARCIAL, podremos remontar los tiempos difíciles que se avecinan. Hasta hoy hemos cumplido con nuestras metas trazadas. Hace falta mucho por hacer. Confiamos en que México y Oaxaca, sigan adelante y superando los obstáculos que se atisban en el horizonte. Aún hay camino por recorrer y nos preparamos para ello.

 

De pena ajena

Si hay algo que mucho lamentamos los oaxaqueños es tener en nuestra representación ante la Cámara Federal, a especímenes –hombres y mujeres- que ocupan la curul, cual si fuera una gratuita concesión del partido que los llevó ahí, para sentarse, repanchigarse en el sillón, sólo levantar la mano sin hacer propuesta alguna y a veces rayando en el ridículo. La semana pasada las redes sociales dieron cuenta del papel irrisorio que asumió la diputada por el Distrito de Pinotepa Nacional, Carmen Bautista Peláez, al presentarse a sesión, portando un traje de conocida figura de las caricaturas infantiles. En efecto, a través de las redes, usuarios tundieron a la legisladora por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), al asistir disfrazada de Capitana Marvel al Congreso en San Lázaro. Cual si fuera actriz de una serie de televisión, afirmó: “Me tocó ser Capitana de la Sesión Ordinaria. Lista para vencer los retos”.
Que se sepa, la heroína costeña, disfrazada de piloto de pruebas, no ha tenido un desempeño relevante en la Cámara Baja. Tampoco se le reconoce haber abordado tribuna para emprender alguna cruzada a favor de Oaxaca o de su distrito,
Pinotepa Nacional; promover más recursos o incrementos presupuestarios adicionales. La aludida, sin que ello represente una postura misógina, sino dicho con todo respeto, ha sido una más en el grupo de legisladoras oaxaqueñas que han pasado un año en la inopia y la medianía, sin haberse destacado en algo que dignifique a la mujer oaxaqueña o a su partido. Sin hacer escarnio público, simplemente hay que deplorar que las cuestiones que atienden nuestros representantes populares se confunda con un circo mediático o con personajes que ni siquiera tienen que ver con nuestra cultura e idiosincrasia. No más pues, que una burda imitación.
Siempre hemos sugerido la formación de un observatorio ciudadano sobre el desempeño legislativo. Hace un mes o más se formó uno que, lamentablemente, parece tener cierta tendencia política para favorecer a ciertos actores, lo cual le quita importancia y lo lleva por los caminos sinuosos de la conveniencia y la complicidad. Por lo pronto, Bautista Peláez ya forma parte distinguida en el directorio de anécdotas y personajes que han ocupado su posición política para devenir actores de circo o actrices de reparto de obras chuscas, que sólo generan hilaridad.