Las extorsiones de la época
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Opinión

Las extorsiones de la época

 


Cuando lea usted estas líneas amigo lector, querida lectora, faltarán solo dos días para que se inicien las fiestas de Los Lunes del Cerro, y desde luego la fiesta máxima de Oaxaca: la Guelaguetza.
En ese contexto, es una perversidad social, no puedo llamarla de otra manera, que algunos grupos de auténticos parásitos traten de extorsionar al Gobierno y sobre todo al Pueblo, amenazando con boicotear nuestras fiestas.
El solo mes de julio deja más ingresos a Oaxaca, que cualquier otra temporada turística, incluso la de “Día de Muertos”, y es universalmente aceptado que el dinero del turismo rueda más que ninguno, es decir, que llega a todos los sectores de la población y no se queda en los hoteles o restaurantes, porque estos negocios tienen que pagar sueldos, comprar insumos, pagar impuestos y claro, se beneficia en lo general la economía de la Ciudad.
Por esa razón son francamente despreciables tales grupos de extorsión, que se disparan ellos mismos a los pies, al tratar de interrumpir los festejos, sin ninguna otra razón que el Gobierno se acobarde y les entregue sumas de dinero al caer en la extorsión.
Los cabecillas de estos grupos de extorsión deberían recibir todo el peso de la ley, y cuando menos sufrir un arresto por impedir el libre tránsito y cometer el delito de ataque a las vías generales de comunicación, pero tal parece que la impunidad priva alrededor de esos actos, lo que propicia que muchos indeseables inicien nuevos intentos de extorsión social.
Desde luego la temporada y sus tradiciones son mucho más grande que ellos, y espero que las autoridades no acepten el chantaje ni la extorsión, ya que el pueblo, nosotros, resistiremos hasta lo último estas manifestaciones anti sociales.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.