¿Arde Ayutla?

¿Arde ayutla?

Recordando la novela ¿Arde París? que rememora los momentos que precedieron la liberación de París, al final de la Segunda Guerra Mundial, vale preguntar ¿Arde Ayutla? Con estas temperaturas y agobiados por la escasez de agua, este pueblo Mixe está que arde por la pugna que sostiene con sus vecinos de Tamazulapam, por el manantial que surtía a los de Ayutla.

Dicen bien que la política divide. Esto pasa entre estos dos pueblos Mixes que, incitados por líderes facciosos, de ambas comunidades, obstaculizan la solución de esta que, literalmente, es una guerra por el agua.

Este enfrentamiento persiste por la sinrazón y los fines oscuros de los caciquillos de Tamazulapam que siguen lineamientos de políticos codiciosos como Adelfo Regino Montes. Lo rencores del hoy director del INPI vienen desde Junio del 2004 cuando siendo Secretario de Asuntos Indígenas del saqueador Gabino Cué, los de Ayutla lo retuvieron durante la visita de Xóchitl Gálvez, a la sazón directora de la CDI.

Otro antecedente de la osadía de los de Ayutla fue en el último año de la administración de Diódoro Carrasco. Al acudir a una fiesta en casa del entonces diputado Teódulo Domínguez, los mismos caciquillos ordenaron retener tres horas al gobernador. “Cuando un político llega a Tamazulapam tiene que reportarse primero con la autoridad municipal”, le dijeron.

En Ayutla, algunos curas perversos manejan a los “caracterizados” como Irene Martínez, Federico Martínez, Alejandro Martínez, Salomón Chávez, Federico Villanueva, Filogonio Morales, Héctor Fuentes Celis, Yásnaya Aguilar Gil y otros profesores que, lejos de buscar la concordia en la nación Mixe, incitan la violencia y el enfrentamiento.

Los fines que persiguen los religiosos son tan oscuros como la política soterrada con que suelen actuar para mantener el control.

En charla con algunos mixes que han padecido el conflicto en ambos pueblos, me dicen que cuando el conflicto se encamina a la solución por la anuencia de autoridades municipales y agrarias conscientes de Ayutla, siempre intervienen Salomón Chávez y otros profesores que reactivan el problema. Lo mismo pasa en Tamazulapam donde Crescencio Martínez, siempre en los cargos municipales o agrarios, junto con otros “principales”, se oponen a la conciliación.

Es lo que sucedió hace dos semanas cuando los de Ayutla desconocieron el acuerdo de su presidente municipal que firmó un pacto de concordia y aceptó no reclamar más predios, como el de Tierra Blanca que también se disputan, siempre y cuando les permitieran recuperar totalmente el manantial. Aunque el convenio fue suscrito en presencia de altos funcionarios incluyendo al gobernador Alejandro Murat, a la hora de ejecutar la reconexión de las tomas de agua, los caciquillos de Ayutla, se opusieron. La lingüista Ásnaya, culpa de los hechos a los de Tamazulapam.

Es un señalamiento sesgado porque si bien es cierto que en esta comunidad hay evidencias de la presencia de grupos armados, como los que atacaron a los de Ayutla y cerraron la toma de agua hace dos años, también es cierta la actitud perversa de los caciquillos de Ayutla que rompieron un acuerdo civilizado.

Ambiciones desatadas

Como caja de resonancia que es, la Universidad Benito Juárez” de Oaxaca, no puede sustraerse de las politiquerías que atizan los que sueñan muy tempranamente, con la gubernatura.

A eso podemos atribuir el “paro loco” de los dos últimos días que ordenó el que manda en el llamado sindicato “independiente” ¿Saben que hay detrás de esta huelga loca que afecta a unos 30 mil estudiantes, maestros y trabajadores universitarios?

No pocos estudiantes comentan que el “paro loco” es una especie de “fuego amigo” que atiza el exrector Eduardo Martínez Helmes, mejor conocido como el “Chapito”, contra el rector Eduardo Bautista.

Me dicen que es el mismo que maneja a esa tribu “independiente” de unos cien trabajadores universitarios, el más reducido de los 6 sindicatos que ordeñan al máximo a esta institución. El paro de los que manejan el Stiuabjo es para desestabilizar y obligar luego a la negociación para acuerdos económicos y políticos. En este orden.

La mano que mece la cuna es la del “Chapito” quien, desesperado porque la esperada llamada del Morena no le llega, teje alianzas políticas con algunos diputados morenistas de la Cuenca del Papaloapan y con el mismo Salomón Jara en el pretendido afán de posicionar a éste como prospecto para la gubernatura en 2022 ¿Cómo que es muy temprano, no?

En lo que no recapacita el “Chapito” es que el criminal dominio que ejerce con su papá, también ex rector, sobre la Universidad, le ha traído más juicios negativos que positivos. En las esferas del poder, sobre todo en el Morena, los rechazan.

Todo indica que, por estas cuestiones, perdió todo su capital político y lo único que le queda es provocar conflictos en la UABJO. Está entrampado en la vieja práctica política de generar conflictos para demostrar que puede resolverlos en cuanto se lo pidan.

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