La historia del hombre antes de la Revolución
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La historia del hombre antes de la Revolución

 


“Hay que endurecer sin
perder la ternura jamás”
Ernesto Che Guevara.

90 años habría de cumplir este martes 14 de mayo nuestro querido Comandante Che Guevara. Doctor, fotógrafo, poeta, pensador y guerrillero revolucionario, Ministro de Industria, Ministro de Economía, Embajador Cubano. Argentino, y cubano, ciudadano del mundo. Es considerado el abuelo rojo de Latinoamérica, a 52 años de su muerte, sus ideas siguen vigentes entre las viejas y nuevas generaciones. “Fusil contra fusil”, canción que le dedico Silvio Rodríguez, fue llamada la canción de la trova. “Yo tuve un hermano” que escribió Julio Cortázar a su muerte es icónico. “La zamba del Che” y “Hasta siempre comandante” de Víctor Jara, son himnos en las marchas estudiantiles y en la lucha de los pueblos. La carta escrita por Ernesto, y leída ante el pueblo cubano por Fidel Castro, es inolvidable, nostálgica, histórica, poética.
Sin embargo antes de que Ernesto fuera el Che, su vida era la un soñador, vagabundo, aventurero y estudioso. La historia oficial tiene el registro del nacimiento de Ernesto Guevara de la Serna el 14 de junio de 1928, en el Rosario, Argentina. Hijo de Celia de la Serna y Ernesto Guevara Lynch. La fecha de su nacimiento navega en la duda, pues mientras sus papeles oficiales dicen que nació en junio, su madre confesaría años más tarde que ella y su padre (Guevara Lynch) apresuraron su boda, pues ella estaba embarazada de tres meses, y su parto fue atendido por un doctor primo de Ernesto Guevara (padre) el 14 de mayo de 1928, (para que de esta forma pudieran ocultar el nacimiento ante las familias, y situarlo un mes después). De haber sido real su nacimiento sietemesino, coincidiría con el alumbramiento de Antonio Maceo y José Carlos Mariátegui, el más ortodoxo de los revolucionarios cubanos del fin del siglo XIX y el padre del marxismo indigenista, en los inicios del siglo XX.
Su infancia pasaría bajo la sombra del asma, su educación sería en casa, y el no poder jugar afuera, lo convirtió en un lector voraz de libros de aventuras, entre sus favoritos destacan: Julio Verne y Miguel de Cervantes. Lo que el asma le negó, se lo dio la tenacidad, a los 14 años se matricula en el Liceo de Dean Fuentes en Córdoba, y la par comienza a jugar rugby, donde se ganará el apodo de Furibundo Serna. Lee alocada y caóticamente. Neruda y Quiroga se vuelven cabecera, su madre le enseña francés y lee a Baudelaire en su idioma original, en el ámbito psicológico figura, Jung y Freud. A los 20 años ingresa la facultad de medicina, pasa 12 horas diarias en la biblioteca, leyendo la mayor parte del tiempo literatura en lugar de libros pertenecientes a su carrera profesional. Sus viajes por Latinoamérica ocurren durante la universidad, el primero lo realiza con una bicicleta a la que le adecuó un motor, y así recorre Argentina, la foto de su partida será publicada en el Gráfico durante varias ediciones. El segundo viaje lo hará al lado de Alberto Granado a bordo de la Poderosa (una motocicleta), y parten hacia Venezuela, Ernesto ignoraría el impacto que tendría en su vida el descubrir Latinoamérica. Sus viajes quedan grabados como toda su vida en su diario personal y retratada en una película llamada “Diario de motocicleta” (2004).
Tras una cadena de sucesos inesperados, y decisivos, el 21 de septiembre de 1954 Ernesto llegaría a Mitla, (Oaxaca, México) para hacer como de costumbre para él, turismo arqueológico. Sería en nuestro país donde tendría sus primeros acercamientos con exiliados políticos portorriqueños independistas, cubanos moncadista, dominicanos perseguidos por Trujillo, peruanos en contra de la dictadura de Odría, venezolanos refugiados tras un golpe de Estado reciente por parte de CIA, y nicaragüenses antisomocistas que huían de las cárceles y torturas. Es a mediados de junio de 1955 cuando entra en contacto con Raul Castro, un personaje joven, de formación marxista y con un ataque militar de experiencia, le resulta más atractivo que los otros exiliados en México. Será en la segunda semana de julio de ese mismo año, que Ernesto conocería al mayor de los hermanos Castro: Fidel. La reunión entre Fidel y Ernesto, se llevaría a cabo el 8 de julio de 1954, la conversación durará de 8 a 10 horas, a este primer encuentro le sucederían otros, durante los cuales, Guevara se convencía con pasión sobre la Revolución Cubana. El 24 de noviembre, el Gramma partirá con 82 expedicionarios hacia Cuba para hacer la revolución. Ernesto cambia la aventura por la guerra.