El origen histórico y filosófico del huachicol
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Toltecáyotl

El origen histórico y filosófico del huachicol

 


La corrupción es la destrucción de “la esencia”. Todos los seres vivos al morir entramos en un proceso de corrupción, es decir, la destrucción de lo que somos. La corrupción también se da en las organizaciones humanas.
Los mexicanos somos hijos de una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad y la que llegó a alcanzar los mayores niveles de calidad de vida para todo su pueblo, por lo menos durante diez siglos (200 aC a 850 dC). Sus asombrosos logros en alimentación, salud, educación y organización, más sus increíbles alcances en la conciencia de ser, en la conciencia sacra y en la conciencia energética, hoy le resulta al pensamiento occidental inauditos. Sin embargo, alrededor de la mitad del siglo IX, inexplicablemente los poseedores de “la tinta negra, la tinta roja”, los toltecas, desaparecieron destruyendo o abandonado los centros de conocimiento llamados Tollan, dejando la profecía que regresarían en el año “uno caña” a restablecer el conocimiento y el equilibrio. En los siguientes seis siglos y medio en el Anáhuac se dará una decadencia filosófica y religiosa, más no cultural, porque en 1520, los invasores españoles verán la ciudad más grande y mejor urbanizada y organizada del mundo.
La invasión del Anáhuac comenzó el 21 de febrero de 1519, cuando los facinerosos españoles desembarcaron en las costas de lo que hoy es Quintana Roo, e inició la invasión y ocupación. Con la determinante ayuda de Malinche e Ixtlilxóchitl, Cortés inicia la invasión del Anáhuac que hasta nuestros días no termina. Miles y miles de extranjeros y sus hijos se han ido apoderando de lo que por justicia no era suyo. Tierras, aguas, minerales, bosques, selvas, llanuras, pero, sobre todo, han ejercido un poder ilegal e inmoral sobre los habitantes del Anáhuac. Los han sometido por medio del terror, la muerte, el abuso, la exclusión y la ignorancia. Esto lo han logrado a través de una estrategia colonizadora que implica, quitarles a los invadidos: sus idiomas, su memoria, sus conocimientos, sus espacios y su espiritualidad, hasta producirles, literalmente una lobotomía y hacerlos que pierdan la memoria histórica y la identidad cultural ancestral, para dejarlos amnésicos e inconscientes, indefensos y vulnerables.
A la par, destruyeron las milenarias instituciones, sus ancestrales leyes y auténticas autoridades. En su lugar, inmediatamente crearon nuevas instituciones, leyes y autoridades, pero de carácter colonial, para regular la explotación de los pueblos y sus recursos naturales. Es aquí, en donde comienza el huachicol, es decir, tomar por la fuerza lo que no les pertenece. Inició con los gachupines que sometieron al huachicol a los anahuacas. Sin embargo, la corona creó un sistema de castas, en donde los hijos de los gachupines nacidos en el Anahuac, pasaban a ser súbitos de segunda de la corona. Todo esto porque desde Cortés, sus dos hijos y los hombres que lo acompañaron en la invasión, fueron “desposeídos”, de lo que habían robado a los anahuacas al inicio de la invasión. Con el tiempo, y con gran resentimiento, los criollos iniciarán la segunda etapa del huachicol, contra sus parientes los gachupines, y ambos, aplicaron durante tres siglos el huachicol a la corona. Producto del huachicol en el Virreinato, la corona ordenó las llamadas Reformas Borbónicas, para detener el huachicoleo de unos y otros. En 1810, un cura criollo, en un plan para quitarle el poder a los gachupines, llama a los anahuacas y les dice “es hora de matar gachupines”, comenzando la “primera transformación de AMLO”. Finalmente, después de 11 años de guerra fratricida los criollos y gachupines deciden hacer las paces y asociarse para crear un país al que llamarán México y repartirse el botín. En 1828 los criollos traicionan a los gachupines y los expulsan de su negocio y se quedan con el botín. Sin embargo, los criollos se dividen en dos bandos, conservadores y liberales y se pasan todo el siglo XIX en guerras fratricidas, aplicándose el huachicoleo mutuamente y recibiendo tres invasiones y perdiendo más de la mitad del territorio que tomaron del Virreinato. Estados Unidos, el huachicol mayor del mundo, decidió sacar a los europeos de su traspatio y organizó la Revolución. En el siglo XX se vivó un sistema institucional del huachicol. Con leyes no escritas, el huachicol creó la llamada “dictadura perfecta”. Todos robaban en orden y discreción, guardando las formas y niveles. El país avanzaba dos pasos y retrocedida uno por “el huachicol revolucionario institucional”, pero avanzaba. El problema se generó cuando se implantó, por órdenes de Wall Street el neoliberalismo y la globalización. Los lobos y las hienas se dedicaron a destruir al Estado mexicano, Salinas y sus huestes “itamitas” iniciaron el más grande y terrorífico huachicol de la historia. Les ordenaron destruir a la nación y les dieron permiso de llevar el huachicol a niveles imposibles de entender en personas con preparación académica, experiencia política y supuesta dignidad humana. La historia y origen del huachicol se basa en la invasión y despojo, en el holocausto y el epistemicidio. La filosofía se sustenta en la miseria espiritual y la negación de los valores éticos y morales del ser humano, en la pérdida total de la conciencia y la dignidad. El poder del huachicol requiere a personas insensibles, miserables, poco evolucionados que hayan perdido todo rastro de humanidad. Desde Hernán Cortés hasta los 17 millonarios que poseen la riqueza para pagar la deuda externa del país, son los verdaderos beneficiarios del huachicol. Descolonizar es dignificar. www.toltecayotl.org


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