“El niño Dios te escrituró un establo”
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Columna sin nombre

“El niño Dios te escrituró un establo”

 


Parafraseo. Y los ductos de gasolina el diablo. -El Mapache Guasón.

En su poema La Suave Patria, escribió Ramón López Velarde:
El niño Dios te escrituró un establo
y los veneros de petróleo el diablo.
La nota de la semana y de muchas más en el futuro es el robo de combustible o huachicoleo.
Delito tan monumental, grave y continuo, nos lleva sin lugar a la menor duda, a brindar nuestro modesto apoyo al señor Presidente López Obrador, quien dentro de su anunciada campaña contra la corrupción, arremete sin dudar contra delincuentes que han sangrado a PEMEX, al País y al Erario Federal durante lustros sin la menor consideración, y arropados por la impunidad.
Este delito de robo de combustible tiene muchas ramificaciones, a saber en una enumeración no limitativa:
Autoridades, directivos, ingenieros, técnicos y manuales de PEMEX, dueños de pipas, operadores de esas unidades, campesinos que perforaban ductos con el auxilio de expertos, vendedores de ese combustible robado, autoridades municipales que solapaban el hecho, policías de los tres niveles de gobierno que testigos de la comisión del delito se hacían de la vista gorda por dinero, dueños y operadores de gasolinerías establecidas, dueños de centros de venta informales y compradores del producto, compradores de chueco pues.
Sí amigo lector, querida lectora y yo que llevamos combustible en nuestros autos podemos ser cómplices del huachicoleo.
Claro si usted compraba su gasolina en estaciones de servicio autorizadas, es comprador de buena fe y no cometió ningún delito; si por el contario sabía que compraba combustible robado, digamos en pueblos y en instalaciones precarias, era obvio pues que adquiría gasolina robada.

Así las cosas, este delito tiene una base social muy extensa, por lo tanto, filosóficamente podemos decir: cada quien su conciencia.
Surgen preguntas que deben responder autoridades y especialistas.
¿Ese robo tiene a PEMEX en la desastrosa situación financiera actual?
¿Su deuda pública ha alcanzado niveles enormes gracias a las pérdidas experimentadas por el huachicoleo?
¿El aumento e impuesto aplicado a las gasolinas el año pasado, el gasolinazo pues, fue necesario para suplir los ingresos de PEMEX por el robo constante y descarado?
Así las cosas, será necesario en forma urgente, que se legisle para declarar este delito como grave, de tal manera que las autoridades competentes puedan llevar a juicio a los presuntos responsables sin que se les otorgue la libertad bajo fianza, porque si en este momento se les aprehende, más tardará en cantar un gallo que ellos salir de la cárcel.
Los problemas de desabasto por la precaria distribución, son francamente tolerables, sobre todas las cosas si PEMEX y el Ejecutivo Federal resuelven rápidamente el problema, y restablecen el abasto normal en no más de un mes.
Hay suficiente combustible.
Ha fallado la distribución, el abasto pues.
Claro, la vigilancia a los ductos, pipas y documentación de las entregas a expendios autorizados, debe ser constante, cuidadosa y permanente, llevada a efecto por personal especializado digno de toda la confianza.
El Presidente López Obrador no puede flaquear en esta lucha y debe llevarla a sus últimas consecuencias; de lograrlo beneficiará a PEMEX, a su gobierno y a toda la ciudadanía consumidora.
A pesar de los errores cometidos, vaticino que López Obrador saldrá fortalecido políticamente de esta batalla, la que debe ser, insisto, permanente y sin dar cuartel.
¿Acaso los quinientos mil millones de pesos de ahorro por el combate a la corrupción que anunciaba en su campaña se obtendrán de esta lucha?
Mis mejores deseos.
Yo también soy pueblo.
Por allí nos encontraremos.