SSPO: Afloran más irregularidades
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Editorial

SSPO: Afloran más irregularidades

 


Oaxaca no sólo arrastra rezagos en diversos rubros, sino además, falsas expectativas por el mal desempeño de ciertos funcionarios del gabinete de Alejandro Murat. Está por demás decir que en seguridad pública vamos mal. Ya hemos expuesto en este espacio datos sobre la estadística criminal que sigue lacerando a ciertas regiones del estado, particularmente el Istmo y Tuxtepec, en donde hay ejecuciones a diario. Pese a ello, ni la cúpula gubernamental ni el área responsable, la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO), menos el llamado Grupo de Coordinación Oaxaca, toman cartas en el asunto. No obstante los señalamientos, la crítica hacia el pésimo desempeño e irresponsabilidad de los servidores públicos, siguen aflorando más irregularidades, como es el hecho de pagar indemnización a un ex funcionario que falleció en un accidente, como si fuera una muerte violenta, como se dio a conocer el fin de semana pasado, en redes sociales. Se trata de un evidente favoritismo hacia personas que llegaron de otros estados del país a incrustarse en los cargos públicos del actual gobierno. Más grave aún, que la viuda del funcionario fallecido siga cobrando en la nómina de la referida dependencia, como simple “aviadora”.

El tema de la inseguridad ha sido algo recurrente en nuestros espacios editoriales. Desde el inicio del actual régimen y con la inercia del pasado, el directorio de ilícitos ha ido al alza. Se ha minimizado el asunto de brindar seguridad a la población, haciendo caso omiso del mandato constitucional que obliga al gobierno en turno a proteger y salvaguardar la vida y el patrimonio de los gobernados. Las denuncias en diversos medios, pero particularmente en las redes sociales, han sido constantes y cotidianas. Nadie acusa recibo de las mismas. Hemos dicho hasta el cansancio que cualquier gobierno responsable de las áreas que conforman su administración debe responder a la denuncia ciudadana. Aquí no. Los casos de malos manejos, corruptelas, tráfico de influencias y otros, se siguen solapando con un cinismo único. Tal parece que el gobierno camina dando bandazos entre la inoperancia y la complicidad; entre la abulia y el “ahí se va”. Las quejas ciudadanas simplemente no existen. Las denuncias tampoco. La administración estatal parece haberse encerrado en el ostracismo burdo y torpe, de quien no ve, ni oye ni habla.

Humanismo vs legalidad

La visión puramente paternalista del éxodo centroamericano que hemos visto en los últimos días, sólo ha satisfecho a diversas organizaciones no gubernamentales que atienden a ver las cosas desde su particular punto de vista. La primera caravana de migrantes salió prácticamente de territorio oaxaqueño, pues el pasado viernes sus participantes estaban en Donají, en la zona limítrofe entre Oaxaca y Veracruz, pero ayer entró otra a nuestra jurisdicción, además de que detrás vienen otras caravanas más, algunas de ellas abriéndose paso de manera violenta, como el caso de los originarios de El Salvador, que agredieron a la Policía Federal la semana anterior. El gobierno mexicano ha actuado con celeridad pero poco tacto, como fue el programa “Está en tu casa”. Nadie ignora que más allá de la visión humanitaria, entre los miles de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que pretenden llegar a la frontera con Estados Unidos, viajan también personas que huyen de su país, delincuentes con cuentas pendientes, Maras y pandilleros. De estas lacras no estamos curados. Pueblos de Chiapas y Oaxaca que han padecido el paso de migrantes pueden dar testimonio de la inseguridad que ha propiciado el tránsito de ilegales por sus jurisdicciones.

Un elemento adicional es la forma en la que viajan exponiendo a veces su vida. Centenas de fotografías circulan en la red que muestran a mujeres y niños viajar en los estribos de tracto-camiones o volteos. Es más, hasta en los porta-llantas de pesadas unidades y pipas de gasolina. Hay que recordar que justo al iniciar su periplo por México, en Ciudad Hidalgo, Chiapas, un joven hondureño falleció a raíz de una caída de una unidad de carga. Los problemas pues y la preocupación no terminan para las autoridades ante el constante éxodo ilegal que atraviesa por nuestro país. Ello obliga a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a darles atención y protección de todo tipo. El mismo viernes trascendió que grupos criminales estarían ofreciendo a los migrantes dinero en efectivo para que formen parte de sus células, en tanto que cientos de mujeres decidieron cambiar de ruta para evitar pasar por Veracruz, entidad convertida en tumba de centroamericanos que son secuestrados y asesinados. Es pues, también un grave problema de inseguridad para el gobierno y la sociedad, adicional al que padecemos ya.