A un año de los sismos
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A un año de los sismos

 


La naturaleza es algo que no podemos controlar, pero sí afectar directa e indirectamente, y hablando de movimientos sísmicos, no podemos predecirlos, y es aquí cuando el ser humano expone su vulnerabilidad, al ser tan frágil.

En cuestión de segundos la vida de muchos mexicanos cambió por los sismos ocurridos en 2017, esta semana se recordó a los fallecidos y todo el desastre que ocasionaron los temblores de septiembre de 1985 y del 2017, entre discursos, lágrimas y solemnidad, recordaron estas fechas.

Hace un año el mundo mostró apoyó para los mexicanos, presuntas donaciones millonarias vendrían en camino para poder dar alimentación, techo y, sobre todo, un pequeño aliciente para poder reconstruir lo perdido.

Pero la realidad es que a un año de los sismos del 7 y 19 de septiembre, México está de pie, pero porque es una característica de nuestro pueblo, salir adelante, con el apoyo de la sociedad mas no del gobierno, los posibles desvíos de los recursos siguen en el tintero.

Por ejemplo, en Oaxaca, muchos fueron timados con estas presuntas ayudas, pero el Istmo sigue mal, y ni se diga la Mixteca, todos nos preguntamos qué pasaría con el dinero que estaba destinado a la reconstrucción, pues eso solamente lo sabrán los que lo administraron.

Es muy paradójico, pero la misma Cámara de Diputados pidió a la PGR y a sus homólogas en los estados, que investiguen el posible desvío de recursos que estaban destinados a los estados que fueron afectados como Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Puebla y Guerrero, porque la transparencia de este recurso es inexistente.

En la visita al Istmo de Tehuantepec, del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, presentó un plan de reconstrucción nacional en el cual se destinarán 10 mil millones de pesos en 2019, esperemos que el próximo año sí avance la reconstrucción de México y que no todo se quede en el discurso.

Los presuntos desvíos del dinero que se emplearía para reconstruir México, se quedó en pura palabrería, y lo que sí se vio fueron los fraudes a las víctimas, como la clonación de las tarjetas de Bansefi, que fue un monto superior a los 3.5 millones de pesos.

Personajes como Rosario Robles, principalmente, porque es muy triste que el pasado 7 de septiembre, reconociera junto al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat que no se había reconstruido más de 14 mil viviendas en el Istmo de Tehuantepec, y lo más trágico de estas declaraciones fue que aceptaran públicamente que ha habido lucro por esta situación, obviamente fue genérico al decir que organismos y agrupaciones se han aprovechado, pero quizá Rosario sea la principal, al ser señalada por desvíos millonarios tanto en Sedesol como en Sedatu.

En dónde está el dinero que donaron a los damnificados de los sismos de todo el país, es la gran incógnita, siguen sin reconstruir las zonas afectadas por los sismos, según se emitieron 4 mil 574 tarjetas del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) pero supuestamente solo eran mil 495 beneficiarios, o sea que hubo más plásticos porque duplicaron los nombres de los beneficiarios, y con base en datos de una investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción, Bansefi dispersó recursos en efectivo por 68,8 millones de pesos.

A final de cuentas, muchos políticos, candidatos y presidentes municipales oportunistas usaron esta desgracia y lucraron en Istmo, desde literalmente robarse las despensas que mandaban para los damnificados, hasta cobrar el dinero de las tarjetas clonadas, que lo único que demostraron es la miseria humana, porque no les importó la gente que perdió desde su patrimonio hasta un familiar, todo con tal de “hacer política y estar en la agenda de medios”.

Entre fraudes, concesiones, un gobierno de pura fotografía, cocteles y conmiseración, el pueblo de Oaxaca y de México sale adelante, vivimos día a día, con la misma solidaridad que no ha caracterizado y también con la misma indolencia.

Somos un pueblo que lucha y trabaja diariamente, con todo y los fraudes cometidos por miembros de la cúpula del poder mexicano, con un Servicio de Administración Tributaria que reconoce a 66 compañías fantasmas que se quedaron con 2 mil 273 millones de pesos del gobierno federal, quizá ahí esté el dinero donado, tal vez sepan quién o quienes se quedaron con él, lo único cierto es que se necesita para todos aquellos que son víctimas de la naturaleza y de la avaricia de otros.

@fuaper