Luna azul

Ya denle la constancia de mayoría, no ven que está malito.
-El Mapache Guasón.

Continúa la sorprendente Luna de Miel entre López Obrador y el mundo político mexicano, que ojalá dure para siempre en bien de México.
Hasta hoy, no se vislumbra por ningún lado, quién o quienes serán oposición al Peje ya que sigue sumando y no se ve la tradicional resta por ningún lado.
Los partidos derrotados se encuentran en la lona y al inicio de una larga caminata en busca de la sobrevivencia y francamente de la resurrección.
Por su lado López Obrador sorprende cada día más y aquellos que pensaban en un presidente vengativo, frustrado y rencoroso, estaban equivocados, en cierta forma el síndrome de Nelson Mandela manda en la persona del candidato triunfador.
¿Un nuevo maximato?
Su actividad es incansable para un hombre de su edad -sesenta y cuatro años- y muchos mexicanos deserían que le bajara al ritmo, porque es evidente e histórico que el ejercicio del poder desgasta y tarde o temprano la naturaleza cobra facturas.
Sin ser todavía presidente electo, ha recibido a delegaciones de rango de los Estados Unidos de América, de Canadá y en los últimos días del embajador de China en México, amén de distintas personalidades que le han manifestado su apoyo.
Echo de menos cerca del Peje a Cuauhtémoc Cárdenas quien brilla por su ausencia; solo se ha visto por la casa de transición a Lázaro Cárdenas Batel, nieto del Tata Lázaro, pero de ese clan es el únicc que se ha hecho presente.
Inusitadamente, el viernes pasado se reunieron José Antonio Meade y López Obrador, en la casa de este último para desayunar a invitación del Peje, y los calificativos de este a Meade nos muestran una faceta nueva del candidato electo, ya que llamó a Meade una persona honorable, decente y buena o algo así, expesóqe “Nobleza Obliga” en vista que Meade fue el primero en felicitarlo por el triunfo del uno de julio.
¿Meade al Banco de México?
Así las cosas, el único temor de muchos, entre ellos quien esto escribe, es que los radicales de su entorno quieran sacar las uñas cuando tome posesión y embarquen al Peje en una lucha que a nadie conviene.

Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.