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Editorial

Sitio excepcional

 


La semana pasada, el gobernador Alejandro Murat, acompañado del titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, además del titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra, presidieron el Congreso de Playa Limpias en Bahías de Huatulco. Se dice que fue un evento de gran trascendencia dado que a nuestro principal destino de playa se le ha ubicado con la bandera de playa limpia, pero además, se hizo patente el reconocimiento a la Bahía de Tangolunda, en donde hay dos playas que son catalogadas como “Blue flag”, es decir, no sólo son limpias sino además, sustentables. Desde hace algunos años, Huatulco ha sido considerado como un sitio turístico excepcional, justamente por sus playas limpias. No obstante la poca importancia que le ha puesto la Federación en lo que respecta a inversión pública, podemos afirmar que nada, absolutamente nada le tienen que pedir nuestras playas, a las de Cancún, Los Cabos o Ixtapa. Lamentablemente seguimos siendo el patito feo del gobierno de la República, no obstante la realidad de nuestros destinos de playa.
Hay que recordar que en la década de los ochenta iniciaron prácticamente los trabajos para el entonces proyecto del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en Bahías de Huatulco. Muchos años tardó en que se construyeran ahí hoteles de cinco estrellas y gran turismo. Hoy en día es un destino privilegiado. Sol casi todo el año y una tranquilidad única y excepcional. Se trata de nueve playas en las que el turismo del país y el extranjero pueden pasarse una temporada con un gran confort. Insistimos: ese mal fario que tiene Oaxaca ante la Federación ha incidido en que sigamos siendo un destino turístico poco socorrido en el ambiente publicitario oficial. El Gobierno federal se excede en publicitar otros destinos, incluso aunque sepa que están bajo presión de la inseguridad. El reconocimiento pues que acaba de ser entregado en Huatulco por parte de las autoridades ambientales de este país, es un plus para el visitante que tiene pensado viajar ahí. Oaxaca tiene mucho que dar al mundo. No sólo destinos culturales reconocidos a nivel mundial, incluso como Patrimonio Cultural de la Humanidad, sino además, al menos dos destinos de playa únicos y excepcionales: las Bahías de Huatulco y Puerto Escondido, que tampoco se le ha concedido la importancia que merece.

Más reconocimientos

En 1987, el Comité del Patrimonio Mundial, uno de los órganos de composición restringida de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), tomó la decisión, luego de un impresionante cabildeo diplomático del gobierno de México, incluir tres sitios oaxaqueños en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad: la Ciudad de Oaxaca, la Zona Arqueológica de Monte Albán y el Conjunto Conventual de Cuilapan de Guerrero. Frente a otras propuestas de ciertas entidades del país con notables méritos, nuestro estado fue objeto de una distinción en realidad histórica. Muy pocos saben el esfuerzo que hizo posible el citado reconocimiento. Para algunos torpes sólo se trató de una decisión del organismo internacional y no producto de un trabajo sistemático de arquitectos, historiadores, especialistas y funcionarios. Ello sin dejar de lado al cuerpo diplomático acreditado en la Representación Permanente de México ante la UNESCO, en París y su contraparte en la Cancillería Mexicana y la Comisión Nacional de los Estados Unidos Mexicanos (Conalmex).
Posterior a dicho reconocimiento, hace apenas unos cinco o seis años, las prehistórica Cuevas de Yagul, fueron objeto de algo similar, al descubrirse hallazgos de mazorcas de maíz, que datan al menos de unos diez mil años, lo cual indica que los hombres que poblaron el Valle de Tlacolula, eran expertos en la agricultura. También hay en las citadas cuevas pinturas rupestres dignas del reconocimiento. Por esos mismos años, la gastronomía oaxaqueña fue catalogada como patrimonio intangible de la humanidad. El año pasado, el Geoparque de la Mixteca fue considerado por el mismo organismo internacional, patrimonio natural al igual que la Reserva Cuicatlán-Tehuacán, apenas hace un par de semanas. Oaxaca pues, es la entidad del país que más reconocimientos tiene de la UNESCO, pues cuenta con sitios históricos, monumentos coloniales y espacios naturales, de los que muchas veces no habíamos reparado. Nuestra diversidad cultural, étnica y lingüística, conviven con entornos naturales distintos, climas y especies de flora y fauna, que no existen en el país y que nosotros, como depositarios de esa riqueza, debemos cuidar y salvaguardar. Sin embargo, parece que nos empecinamos en ir en sentido contrario a todo lo a anterior. Hay que ver la deplorable situación del Centro Histórico para ver el grado de indolencia.