¿Dónde quedó la poesía?
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¿Dónde quedó la poesía?

 


¿Y EL AMOR?

“Pues bien, yo necesito decirte que te adoro,

decirte que te quiero con todo el corazón,

que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro…

que ya no puedo tanto

y al grito que te imploro…

te imploro y te hablo en nombre de mi única ilusión.

 

Amado Nervo, poeta nayarita (1879-1919)

“Ayer que no te vi ¿sabes?

a lo lejos

el horizonte siempre intocable

cobijaba un cielo

donde estrellas comunes

y enanas

y azules

y blancas

y gigantes

reunidas en el cuarto oscuro del infinito

se preparaban a recibirnos con júbilo

más bien propio de kindergarden”

 

Pablo Aznavwurian

Libro: “Poesía al margen”

  1. 28

 

“Mira mar,

todo lo que escribo

por no verte…”   Ibid, p. 26

 

 

¿Cuándo y por qué se ha perdido gran parte de ese romanticismo que nos alegraba el corazón y nos hacía sentirnos en las nubes cuando el chico que nos invitaba al cine (y sabíamos que era con cierta intención) colocaba su mano sobre la nuestra en el pasamanos de ambas butacas, y primero con tiento, luego con ternura, nos la apretaba para sentirnos ambos en el paraíso que sólo nos pertenecía a nosotros en ese momento? No se diga cuando, al acercar él su rostro al nuestro, nos besábamos con la certidumbre de que eso era el amor.

Y las películas y novelas de románticos escritores nos apoyaban en esa idea (y ciertas telenovelas que solían tener buenos argumentos) en el sentimiento de que no podía haber nada mejor que el amor.

Aunque para muchas parejas el despertar del ensueño podía ser muy amargo, para tantas otras, significó vivir plenamente al realizar un sueño de amor y una vida de convivencia plena entre ambos cónyuges.

Y, después, películas, novelas, telenovelas y muchos programas de televisión se volvieron nefastos. Encender la “tele” y encontrar una impresionante escena en la que un hombre golpea despiadadamente a una mujer, causa horror, y sólo podría tratarse de una historia de la vida real, entre muchas otras que se pueden encontrar en “eso” que se ha vuelto un engendro del mal, y es… la televisión. Aquella que en sus inicios y poco tiempo después, podía decirse que era un buen entretenimiento, aparte de adentrarnos en noticias que, como en los diarios, nos informaban lo ocurrido en México y en el mundo. Así como el cine, pero… hoy son muestra de odio, desprecio y malhadada información, porque lo que muestran es odio, maldad, e inmundicia al mostrar escenas de pésimo gusto que, según el argumento serían de… amor, y más basura. Por encima de lo que antes era el verdadero amor, la fraternidad, el compañerismo, la convivencia pacífica, etcétera. Y no se diga la información en diarios: relatan con lujo de detalles lo peor de ciertos hechos nefastos.

Afortunadamente, aún hay historias de amor hoy en día.

 

Continuaré en mi siguiente entrega. Y agradeceré comentarios de mis amables lectores.

 

Correo: [email protected]