El 63% de los municipios de Oaxaca cuenta con algún grado de sequía
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El 63% de los municipios de Oaxaca cuenta con algún grado de sequía

Con el 63% de los municipios con algún grado de sequía, los campesinos de Oaxaca miran nuevamente hacia el cielo con una pregunta que ha sido frecuente en el último lustro: cuándo volverá a llover; es junio y las expectativas de la cosecha del primer semestre son decepcionante


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“El Pinto” y “El Flaco” sólo trabajan dos días al año, pero como coloquialmente se dice, “bien trabajados”, pues literalmente, con el yugo en el lomo, surco tras surco preparan la tierra para que el maíz y el frijol crezcan y den sus frutos.

Bajo la dirección de Guillermo, “El Pinto” y “El Flaco”, dos robustos toros aran la tierra en el municipio de Cuilápam de Guerrero, en donde las adversidades para la agricultura cada vez son más, pero hay una que le quita el sueño al campesino, la sequía.

“Desde hace cuatro años ya no llueve como solía hacerlo y si no llueve nada más no crece”, afirma Guillermo Ruiz Solano, campesino oriundo de este municipio de Valles Centrales, quien sin detenerse avanza con sus dos fieles amigos en el campo de siembra.

Durante el primer semestre del 2019, 63 por ciento de municipios (361) de Oaxaca tuvieron algún nivel de sequía, según el Monitor de Sequía en México, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Desafortunadamente, el panorama no luce bien para el estado en cuanto a lluvias, pues de acuerdo con Julio Salazar Farfán, del área de meteorología de la Conagua, en los últimos años no se han generado fenómenos que provoquen lluvias intensas, por lo que es probable, de continuar así, que la sequía empeore.

El monitor de la Conagua revela que hasta el 30 de junio del 2019, en plena época de lluvias, 63 por ciento de municipios de Oaxaca padecen sequía, seis de ellos presentan sequía extrema.

En total, son 361 los municipios de Oaxaca que padecen sequía hasta el 30 de junio del 2019. 184 municipios oaxaqueños se presentan anormalmente secos, 136 presentan sequía moderada y 35 sequía severa.

Los seis municipios que sufren sequía extrema son: Matías Romero, San Juan Guichicovi y Santa María Chimalapa, en el Istmo de Tehuantepec; San Juan Cotzocón y San Juan Mazatlán, en la Sierra Norte, además de Santiago Yaveo, en la Cuenca del Papaloápam.

“Se observaron déficits de lluvia desde Veracruz hasta Chiapas y en toda la porción occidental desde Sonora hasta Oaxaca”, señala la Conagua. Esto se reflejó en el incremento del área con sequía extrema al sur de Veracruz y la extensión de áreas con sequía moderada en Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Oaxaca”, destaca el informe de la dependencia.

El campesino y sus toros

La brisa del amanecer humedece el rostro de Guillermo mientras coloca el yugo a sus toros, “El Pinto” y “El Flaco”. En el otro extremo su esposa le da maíz a los pollos y guajolotes, que no dejan de cacarear.

Sus dos toros son su mayor fortuna, pues cada uno de ellos cuesta 17 mil pesos. Él los compró desde muy pequeños y ya tiene dos años con ellos, deben ser robustos para resistir los 20 kilos de peso del arado, más la presión ejercida al labrar la tierra.

En los meses de junio y julio, cuando las lluvias comienzan a caer con fuerza, la yunta debe poner manos a la obra, ya que a buen ritmo, tienen que trabajar al menos una hectárea de tierra, que deberá producir al menos dos toneladas de maíz.

“Que el 63 por ciento de los municipios de Oaxaca sufran sequía en plena época de lluvias no es normal”, destaca Salazar Farfán, el meteorólogo de la Conagua, pues en la temporada de lluvias del 2018 fue baja, lo que no favoreció a la recuperación de los ríos y presas de la entidad.

Los primeros índices de sequía en este año se detectaron desde el último trimestre del 2018 y al primer trimestre de este año ya se tenía zonas con sequía moderada e incluso severa, afirma el meteorólogo.

“Desafortunadamente los estudios que han estado emitiendo tanto el Servicio Meteorológico Nacional como otros organismos, indican que este año, es un tanto seco, es decir, se esperan precipitaciones por abajo de lo normal de manera generalizada en gran parte del estado, por lo que se prevé que los municipios con sequía sigan en el mismo rumbo”, destacó Salazar Farfán.

La esperanza del experto es que algún sistema tropical pudiera de alguna manera mitigar los efectos. Ya se han controlado, de alguna manera, en este inicio de temporada de lluvias, los incendios forestales, lo que no ha ocurrido en las zonas que padecen sequía.

El meteorólogo recordó las intensas sequías del 2015 y 2016 que afectaron a la entidad y que dejaron serias afectaciones en la agricultura en varias regiones, lo que provocó que los ríos y presas descendieran a niveles nunca antes vistos.

“No estamos exentos a que pudiera presentarse nuevamente el evento de sequía como la ocurrida en el 2015 y 2016 en donde Oaxaca ocupó el primer lugar en tener una sequía extrema, principalmente en el Istmo de Tehuantepec”, dijo.

El terror de todos los años

Como todo agricultor, Guillermo solo espera las lluvias para sembrar, para preparar a los toros y ver crecer las milpas y los frijolares, de donde saldrá el sustento por un año, sin embargo, los últimos no han sido fáciles.

“Con la sequía se pierde la cosecha y en estos años ha sido complicado pues no quiere llover y la milpa nada más ya no crece”, explica el campesino, “le rezamos a los santos para que llueva, pero como que últimamente no nos han hecho mucho caso”.

Recuerda los buenos tiempos cuando las lluvias iniciaban en abril, continuaban con todo en mayo y en junio ya se preparaban para cosechar, pero ahora, “ya no y no sabemos cómo nos va a ir”.

Para Guillermo, quien no sabe de meteorología pero le sobra experiencia, la canícula tiene de dos, o de agua o de secas, él prefiere que se de agua, pues aunque sea igual de maligna para la cosecha, le gusta más ver el agua correr que el polvo volar.

La canícula

La canícula es un fenómeno meteorológico que se da año con año entre los meses de julio y agosto. Con este fenómeno disminuye la ocurrencia y aumento de las temperaturas, explicó Julio Salazar.

“Se presenta debido a las condiciones geográficas y atmosféricas de cada una de las regiones. En este caso Oaxaca es afectado por diversos fenómenos meteorológicos como son los frentes fríos, los eventos del norte y huracanes, lo que influye en una variabilidad climática”, detalló el meteorólogo.

Esta variabilidad genera que en este periodo lluvioso, que inició desde el pasado 15 de mayo, disminuyan las precipitaciones y la temperatura aumenta debido a la incidencia de los rayos solares sobre la porción sur del territorio nacional.

Este fenómeno afecta a la población debido a que existe mayor radiación durante el día, por lo que se invita a no exponerse durante mucho tiempo al sol para evitar la insolación o golpes de calor.

“También repercute en las personas que se dedican a las actividades agrícolas, pues la proporción y la ocurrencia de lluvias de alguna manera ya están regidos a los ciclos que se dan de acuerdo a la intensidad de la canícula que se presente”, detalla el experto en el clima.

En 2019 se prevé que sea muy marcado este periodo, que son los 40 días más calurosos, en donde muchos de los cultivos se pierden por falta de agua.

“Las repercusiones son de manera generalizada, sin embargo, donde hemos visto que ha estado presentando ese déficit de ocurrencia de lluvias es en la parte centro-occidente de la región de la Mixteca, Sierra Sur, la parte norte del Istmo de Tehuantepec y la Cuenca de Papaloápam”, subrayó Salazar Farfán.

Campo abandonado

Es época de siembra y desde muy temprano Guillermo despierta para arar la tierra, que le ha dado de comer a él y a su familia por más de tres décadas y que en Oaxaca agoniza ante el abandono gubernamental.

“El gobierno del estado no ha hecho nada para ayudar a los verdaderos campesinos, pues hay muchos que no tenemos tierras, como yo, que sembramos a medias, es decir, le damos la mitad de la cosecha a los dueños del terreno”, explica.

Siembra maíz y frijol, en algún tiempo también cacahuate, pero ahora ya no se vende, venían los poblanos a comprarnos por tonelada”, recuerda. A veces se ve obligado por la necesidad y cuando no hay que sembrar, trabajar en la albañilería.

Guillermo alza la voz en nombre de los miles de campesinos que padecen año con año ante la falta de agua y de equipo, en una tierra como la de Oaxaca, que dice, es muy rica, “necesitamos tractores, fertilizante y agua”.

https://www.facebook.com/imparcialoaxaca/videos/433402027252186/

 


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