Fracasa el comercio formal en el Centro Histórico de Oaxaca
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Fracasa el comercio formal en el Centro Histórico de Oaxaca

El Centro Histórico de la capital ha dejado de ser la zona con mayor éxito para echar a andar un negocio, pues las elevadas rentas, competencia desleal, inseguridad y bajas ventas, son factores que han influido en su ocaso.


Fracasa el comercio formal en el Centro Histórico de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

El Centro Histórico de la capital ha dejado de ser la zona con mayor éxito para echar a andar un negocio, pues las elevadas rentas, competencia desleal, inseguridad y bajas ventas, son factores que han influido en su ocaso.

“El turismo siempre va a llegar al centro de la ciudad y también los capitalinos, pues es un lugar natural de comercio pero actualmente no está en su mejor momento”, admite la presidenta de la Alianza Empresarial y Comercial de Oaxaca (AECO), Esther Merino Badiola.

La mujer empresaria afirma que actualmente no solo se debe ofrecer un buen producto, sino acompañarlo de un excelente servicio y atención, pues la competencia es constante y se encuentra a unos pasos.

No hay una legislación o alguna base sobre las rentas de locales comerciales, pero se pueden encontrar desde 15 mil hasta 150 mil o más por un inmueble ubicado en el primer cuadro de la ciudad, explica.

Expone que todos quieren iniciar o emprender un negocio en el centro de la ciudad, pero la adversa economía que se vive, es muy complicada su redituabilidad a corto plazo.

“Podríamos decir que un 95% de los comerciantes formales del centro de la ciudad se encuentra en el Buró de Crédito con mal historial y eso se debe a que se ha dejado de pagar y se genera un mal historial”, detalla.

“No se deja de pagar a proveedores en momentos de crisis como ahora, sino que se van haciendo prioridades para dejar de pagar y es muy común dejar de pagar los créditos, lo que nos afecta al final.

“Si los ingresos se caen en un 20%, es muy difícil que se pueda sacar la renta, gastos de operación e inventarios, entonces es cuando tenemos el riesgo de bajar las cortinas para no acumular más deudas y quedar en la calle”, dice.

“Hasta antes del 2006 teníamos ventas aquí en las calles principales de Oaxaca de Juárez cercanas a los 500 pesos diarios o más, pero ahora 13 años después la minita de oro (centro) se ha agotado e invadido por el comercio informal y llegamos a sacar hasta 200 o 300 pesos al día”, lamenta.

Se reducen las utilidades

A su vez, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), Salvador López, explica que emprender un negocio en el primer o segundo cuadro de la capital sí es negocio, pero los márgenes de utilidad se han reducido por varios factores.

Y se remonta al año 2006, cuando estalló el conflicto social y político en Oaxaca, al afectarse la llegada de turismo y la caída de ventas en ocasiones supera el 20%, situación que los obliga a tomar ciertas previsiones.

“O no contratas mucha gente, rentas locales más pequeños o esperas a recuperar inversión y ver el panorama en los primeros meses antes de decidir cerrar o seguir adelante”, comenta el empresario.

Subraya que derivado de las bajas ventas, así como factores como marchas, bloqueos y plantones en la zona céntrica, muchas personas se han desplazado a la zona norte, pensando que la situación (económica) cambiaría, pero en muchos casos no es así.
López explica que las ganancias de pequeños, medianos o grandes comercios ubicados en el centro se pueden observar a mediano o largo plazo, pero no a corto plazo, razón por la que hay muchas calles con locales en renta.

“Si no se desesperan deben tener sus primeras ganancias en seis meses o más, pero muchos no se esperan y bajan la cortina, entonces a los dos meses de operación no aguantan la renta y las bajas ventas y se van”, dice.

El empresario sostiene que al estar en Buró de Crédito les afecta porque no pueden acceder a créditos y poder reactivar o sanear sus finanzas; “es cuestión de valorar los riesgos de los negocios y apostarle al Centro Histórico”.

Otro de los factores que afectan a los comerciantes formales, son los impuestos y cobros tanto de la federación como del estado y municipio, porque nos impide sanear fianzas o reducen las posibilidades de generar empleos y utilidades, cierra.

Nadie se ha recuperado desde el 2006: restaurantero

Saúl Cano Salinas, propietario del restaurante Amarantos y con más de dos décadas operando en los Portales del Zócalo de la capital del estado, advierte un severo estancamiento de la economía.

Sin temor a equivocarse, afirma que a partir del 2006 la situación comenzó a agravarse ante el desplome de ventas en el primer y segundo cuadro de la ciudad como resultado de los bloqueos y manifestaciones impulsadas por maestros, organizaciones sociales y sindicatos.

“(Los manifestantes) han destruido el Centro Histórico, lo que es deprimente y no deja progresar a los negocios, dado que no hay crecimiento y no hemos logrado llegar a la contratación del mismo número de empleados que teníamos hace 13 años”, sostiene.

Desde su punto de vista, los vendedores ambulantes, sindicatos y organizaciones sociales que bloquean calles y se plantan frente a Palacio de Gobierno generan una imagen negativa y eso repercute en el turismo.

Por eso pide a los diversos niveles de Gobierno actuar con la ley en la mano y ver por Oaxaca, para terminar con las acciones que afectan el desarrollo de la ciudad y del estado, al no poder crecer al ritmo de otras entidades.

Hay trabajo por las temporadas altas en Semana Santa, Guelaguetza y Navidad pero de ahí no podemos decir que hay una mejora en las ventas las cuales se ubican en un 35 o 40%, explica.

Es duro cuando se refiere a los activistas como ‘lacras sociales’, pues recuerda que desde 2006 sus empleados han decrecido hasta llegar a los 4 o 6 cuando hace más de una década su comercio era muy socorrido por turistas y capitalinos .

El empresario restaurantero no advierte una solución o recuperación a corto plazo, si la autoridad municipal y estatal, no recupera el Centro Histórico y la limpia de ambulantes y manifestantes, “es urgente que Oaxaca recupere su grandeza”.

Las ventas no superan el 50%

Alexandros Gantonas Gamangari, administrador de la tienda “La Lagunilla”, con casi 100 años de operación en el primer cuadro de la ciudad, expone que problemas como el ambulantaje y el desorden, son factores de baja intensidad, pero de gran impacto negativo.

Hasta antes de 2006 teníamos 38 empleados y hoy somos 14, ese es un indicador que nos muestra lo que ha ocurrido en los comercios que operan en las calles del centro de la capital, añade.

Y es que sus ventas no superan el 50%, expone, al atribuirlo a la falta de efectivo en la ciudadanía y en la competencia desleal, toda vez que el ambulantaje ha minado la economía con consecuencias graves.

“Después del 2006, el centro de Oaxaca perdió su atractivo comercial y me atrevo a decir hasta turístico, pues los visitantes huyen del desorden y de las calles saturadas de ambulantaje”.

En su óptica, factores negativos tienen ahogado el comercio establecido, al no poder generar más empleos y con ello reactivar la economía, aunado a la falta de capacidad para pagar más impuestos.

Uno de los reclamos más sentidos de los ciudadanos explica, es la recuperación del orden y la legalidad, “no hay limpieza, hay desorden en sus calles, inseguridad y eso impacta en el turismo y los propios capitalinos, quienes huyen del centro”.

“No es posible que roben a un costado del Palacio de Gobierno, como tampoco es posible que se roben la luz, eso no ayuda al comercio formal y es necesario recuperar las calles y buscar la reactivación”, dice.

Gantonas Gamangari advierte que permitir la proliferación del comercio ambulante en las calles de la ciudad de Oaxaca, no es la válvula de escape que piensa el Gobierno y al contrario genera otro tipo de problemas.

Negocio a largo plazo

A su vez, Francisco Javier Jiménez Jiménez, propietario de la Tlapalería Productos Químicos, ubicada en la calle de las Casas en el centro de la capital desde hace 48 años, ve con cierto optimismo lo que ocurre en el comercio.

El negocio que administran como familia desde hace 48 años (1971), recuerda llegó a su auge en 2005, pero tuvo un estancamiento en 2006 y la gravedad del problema económico, persiste.

Quien fuera regidor capitalino por el Partido Unidad Popular (PUP), afirma que actualmente el centro de la ciudad es un polo de atracción comercial, pero no de negocio a corto plazo.

“Una cifra optimista de ventas, al menos en este giro va del 30 al 35%, principalmente debido a la falta de circulante en la sociedad hoy si tienes un poco de dinero extra, piensas dos veces en que lo vas a gastar”, expone.

En este sentido, apunta que pese a ser uno de los negocios estables en ventas en el Centro Histórico de la ciudad, hace falta una mejor infraestructura carretera para aminorar costos y darle una mayor reactivación a la economía.

“Claro que es redituable un negocio establecido en el centro de la ciudad, pero hay que tener amor por el comercio y paciencia, porque las ganancias no llegan tan rápido y deben acoplarse a la situación actual”, opina.

Recuerda que llegaron a tener hasta seis empleados y ahora solamente quedó una sola persona y se ha complementado con el ingreso de familiares y en espera de una mejora económica.

Jiménez Jiménez muestra confianza en que las autoridades puedan solucionar el problema de la inseguridad y que a los comerciantes les pega duramente, dado que se ahuyenta a los clientes.

“Nos falta un poco más de voluntad por parte de los vendedores ambulantes para liberar calles, dado que se necesitan opciones concretas para reubicarlos y devolver la belleza a las calles del centro”, subraya.

La inseguridad también pega a los comercios formales

Clara Mendoza, administradora de la tienda artesanal “Mano Mágica”, alerta sobre el incremento de la inseguridad en las calles del centro histórico de la capital, dado que los asaltos y cristalazos están a la orden del día.

En días pasados, los ladrones sustrajeron de un vehículo cerca de 25 textiles lo que representa una pérdida económica superior a los 40 mil pesos, debido al valor de las piezas elaboradas por manos oaxaqueñas.

“Se interpuso la denuncia correspondiente y esperamos que se encuentren las obras textiles, pero sobre todo que se castigue a los responsables porque la situación es insostenible y grave para ciudadanos y comerciantes”, advierte.

Subraya que otro factor que los impacta como comerciantes establecidos, es la piratería y el ambulantaje, debido a que artesanías que se expenden en las banquetas del centro de la ciudad y algunas plazuelas, no son de Oaxaca.

“Muchas vienen de Guatemala, China y muchas más, pero como son toleradas por las autoridades nadie les dice nada, aunque no paguen impuestos, ni permisos y mucho menos generen empleos”, apunta.