Padece el Valle Eteco por la falta de agua
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Padece el Valle Eteco por la falta de agua

Desde el día que “el río que se fue para Oaxaca” nada volvió a ser igual para los campesinos del valle de Etla, ahora compran agua para seguir cultivando sus tierras.


Padece el Valle Eteco por la falta de agua | El Imparcial de Oaxaca

De acuerdo a datos históricos de las autoridades municipales y comunales del valle eteco, el aprovechamiento del agua potable que se genera en los manantiales de San Agustín, es aprovechada en grandes cantidades desde el siglo XVII para enviarla a la ciudad de Oaxaca.

En aquella época el acueducto que se utilizaba permitía el escurrimiento natural del vital líquido hasta el Cárcamo del Tecnológico, pero debido al crecimiento de la mancha urbana en la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), el Gobierno del Estado construyó hace más de 80 años un segundo acueducto para circular el agua mediante una tubería de 14 pulgadas.

A raíz de este proyecto, las autoridades comunales de San Agustín, determinaron enviar hacia el municipio de Oaxaca de Juárez, una tercera parte del volumen que se retiene en la parte alta de la comunidad, por ello se destina 160 litros por segundo aforados a la salida del lugar conocido como la “Media Naranja” que se ubica en el Barrio de San José de esta población.

A pesar de que el envío del vital líquido a beneficiado económicamente a esta comunidad, las autoridades reconocen que en los últimos años los recursos naturales se ven amenazados debido al uso irracional de los mismos, por lo que la escasez y mala utilización de agua, la erosión de los suelos y la contaminación del ambiente, son fenómenos que ya impactan en las comunidades aledañas.

El río se fue para Oaxaca
La primera comunidad afectada por la escasez de agua es la agencia municipal de San Sebastián, perteneciente al municipio de San Pablo, Etla, donde la principal afluente que abastecía los pozos de captación se secó.

“Toda el agua la captaron allá arriba donde están los estanques, si queremos tener un poco tenemos que comprar para poder regar nuestros cultivos, antes el río corría todo el año con bastante agua y eso era lo que se usaba para el campo”, señaló el campesino Rogelio Manuel del Río Celis de San Sebastián.

En los arroyos, cunetas y el río principal conocido como La Soledad, donde corría de manera natural el vital líquido lucen totalmente secos, sin una gota de agua e invadidos por la mancha urbana.

“Antes no pagábamos por el agua, siempre había agua en el arroyo, a veces se terminaba en marzo y abril, pero siempre había en los pozos de captación porque el mismo río generaba humedades, desde que el río se fue para Oaxaca poco a poco fuimos sufriendo de la escasez y muchos abandonaron sus campos”.

Desde hace más de una década, la temporada de estiaje en esta zona del valle eteco se alargó, ahora año con año inicia desde los meses de septiembre, octubre y cuando el temporal descarga un poco más de agua, esta etapa termina en noviembre.

“Desde que le cerraron al agua y la mandaron para Oaxaca, el agua del río fue bajando de a poquito, aunque siempre han mandado la misma cantidad de litros por segundo, el problema está en que desde el cerro ya no baja la misma cantidad de agua, por eso tienen que retener todo lo poquito que baja”.

Don Rogelio comentó que durante los primeros días del año, cuando las autoridades comunales de San Agustín cierran las válvulas por falta de pago por parte del Gobierno del Estado, “a nosotros nos beneficia porque baja un poco de agua, ahora que ya se arreglaron ya se secó otra vez el río”.

“El tiro de gracia”
Explicó que la única opción que les queda a los campesinos que se aferran a sus campos de cultivo, es extraer el vital líquido mediante los pozos de captación, lo que implica altos costos en el pago de la energía eléctrica.

“Hace algunos años cuando el gobierno pretendía meter una tubería más grande, eso nos hubiera dado en la torre y esto fuera un desierto, ya se hubiera secado todo porque las humedades que se mantienen en la parte baja son filtraciones que vienen de la parte alta de San Agustín”.

Señaló que el problema por la falta de agua se agudizará en algunos años, “porque el río ya se secó completamente, mucha gente dejó de cultivar en el campo porque ya no tenemos humedades, antes se daba de todo como el maíz, avena, trigo, sorgo, el gusto era de que se compraban las calabazas limpias y frescas de campo, no que ahora tenemos que comprar de lo que viene de Puebla, la cadena es que al no haber agua no hay alimento, se muere el campo, por eso decimos que si el gobierno se quiere llevarse más agua nos da el tiro de gracia”.

Así como don Rogelio, los campesinos de San Sebastián ya no pueden cosechar sus productos básicos en todo el año, debido a la falta de agua únicamente logran cosechar durante la temporada de lluvias.

Los pocos campesinos que sobreviven son los que habitan en la parte baja de la localidad, quienes cuidan el único acuífero que alimenta el canal de riego que corre por los campos de cultivo que colinda con los municipios de Santiago y Guadalupe Etla.

Veda y falta de retenes afectan el campo
Para Santiago García, secretario del Comisariado Ejidal de San Sebastián, cambiar el agua por dinero es el peor error que una comunidad puede cometer, pues ahora los más afectados por la escasez son los campesinos de las comunidades aledañas.
“La preocupación por la falta de agua es grande, no sabemos bajo qué condiciones nuestros paisanos cambiaron en su momento el agua por el dinero, en unos 10 años los mismos habitantes de San Agustín van a sufrir por agua”.

El ciudadano consideró que la única solución para enfrentar la crisis por la falta de agua, es la construcción de retenes de agua y modificar la veda que se mantiene en la región de los Valles Centrales para el aprovechamiento de los pozos.

“No tengo pozo, cuando no hay lluvias se pierde toda la cosecha, en este año la única esperanza es que caigan dos lluvias en abril para aguantar hasta mayo, ya nomas esperamos el temporal porque ya no hay de otra, el río ya lo perdimos, la solución es que suelten un poco de agua y que ya no se lleven más agua, en su momento peleamos que ya no se lleven el agua”.

La lucha por el agua

En 2012, el Gobierno del Estado de Oaxaca a través de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (Sapao), antes Adosapaco, implementó un proyecto para cambiar el acueducto de 14 pulgadas por uno de 32 pulgadas, pero las comunidades aledañas a San Agustín se opusieron.

Sadot Núñez Armengol, quien en su momento representó al ejido de San Sebastián para no permitir la introducción de la nueva tubería, detalló que la defensa del agua obedeció a la falta de socialización del proyecto.

A la fecha no existe información alguna sobre los costos del proyecto que se denominó Nuevo Acueducto San Agustín, Etla-Pueblo Nuevo-Cárcamo del Tecnológico, que a la fecha continúa sin funcionar.

“La primera irregularidad que notamos fue la concesión que tenía lo que antes era Adosapaco, donde se especificaban los litros por segundo que deben de enviar a la ciudad y no se estaba respetando ese acuerdo”.

Las comunidades que se opusieron a ello fueron San Sebastián, Santiaguito, el Mogote, Poblado de Morelos, Guadalupe, Etla, entre otras. “La tubería vieja tiene 14 pulgadas y pretendían introducir una de 32 pulgadas, era mucha la diferencia, el otro problema es que al ser de asbesto cemento, es un material que no está permitido para conducción de agua”.

“Incluso años antes de que se hiciera ese proyecto, en San Sebastián se tuvo que cambiar una tubería que era de ese mismo material porque representaba un riesgo, los expertos dicen que provoca enfermedades como cáncer, entonces no era viable por muchas situaciones”.

A pesar de que el proyecto jamás se concluyó el gobierno estatal reportó un gasto de más de 100 millones de pesos para su ejecución, recursos que se perdieron en obras inconclusas que permanecen sepultadas en orillas de la carretera federal 190, desde Santiago, Etla hasta el Cárcamo del Tecnológico.

“Para simular una inauguración construyeron una interconexión en Santiago, la idea original era llevarla hasta los tanques de San Agustín, argumentando que la tubería ya estaba vieja, pero eso no era cierto, lo que pretendían era llevarse más agua”, destacó Núñez Armengol.

Según datos de Sapao, el 85 por ciento del agua que se distribuye en la Zona Metropolitana de Oaxaca, se obtiene de 40 pozos profundos que se ubican en las orillas del Río Atoyac y un 15 por ciento proviene de los manantiales de San Felipe del Agua, San Andrés Huayápam y San Agustín Etla.

Sadot Núñez, comentó que durante todo el trayecto del acueducto pudieran existir tomas clandestinas y otras que están debidamente avaladas por Sapao, “por eso llega poco volumen hasta el Cárcamo del Tecnológico”.

“En su momento nos acusaron que nos habíamos manifestado por esta obra porque habían muchas tomas clandestinas, y que incluso en San Sebastián se vendía agua que viene de la tubería vieja, pero no es así, nosotros mismos hemos denunciado ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sobre el mal uso que se le da el agua en esta zona porque existen denuncias que se extrae el vital líquido mediante pocos profundos para comercializarlo en pipas y eso afecta a la misma comunidad”.

A poco más de seis años de haberse iniciado con el fallido proyecto del nuevo acueducto, las tuberías que se pretendían utilizar, aún permanecen abandonadas sobre la carretera federal 190, en Hacienda Blanca y la Joya.

Habitantes de la zona conocida como la Loma en Santiago Etla, señalaron que en 2016, antes de concluir el periodo de Gabino Cué, los trabajadores de Sapao realizaron una prueba para trasladar el agua hacia la nueva tubería, pero debido a las enormes fugas que se detectaron fue necesario volver a utilizar el viejo acueducto.

“Cuando probaron la tubería se tronó a la altura Pueblo Nuevo, en esa zona volvieron a desenterrar los tubos y ahora ya ni sirve, fue un proyecto que nunca se presentó a la sociedad y por eso nunca funcionó”, afirmó el ciudadano.

De los 160 litros por segundo que se envía de San Agustín, Sapao estima que en el Cárcamo del Tecnológico, únicamente llega alrededor de 40 litros por segundo.

A decir de los comuneros de San Sebastián, con la nueva tubería la dependencia pretendía extraer al menos 200 litros por segundo de San Agustín, lo que afectaría severamente sus ríos, arroyos y mantos acuíferos.