Comunidades zapotecas esperan suspensión del proyecto de Eólica del Sur
La decisión de la Corte puede beneficiar a todos los pueblos indígenas: Bettina Cruz
La comunidad zapoteca de Juchitán de Zaragoza y El Espinal espera una resolución histórica de la Suprema Corte de Justicia, que analiza la denuncia de violación a derechos humanos por parte de Eólica del Sur que sin consultar el pueblo indígena pretendía construir el parque eólico más grande de Latinoamérica.
El amparo en revisión será analizado en sesión de la Corte el próximo 31 de diciembre bajo la ponencia del magistrado Ramón Cossío Díaz. De mantener el amparo a favor de los indígenas agrupados en la organización de Pueblos Originarios de Istmo Oaxaqueño en Defensa del Territorio sería detenido el primer megaproyecto anunciado en la administración de Alejandro Murat Hinojosa, que implica una inversión de mil 200 millones de pesos del Grupo Mitsubishi.
La decisión de la Corte “puede beneficiar a todos los pueblos indígenas que estamos peleando por defender nuestra tierra, nuestro territorio, nuestra vida”, dice la activista Bettina Cruz, cuya lucha contra los proyectos eólicos sin consulta a las comunidades del Istmo de Tehuantepec ha sido visibilizado por el centro de investigación Fundar.
En el Istmo hay instalados mil 915 aerogeneradores, 25 parques “y ninguno ha sido con la consulta, con información, con la consulta libre, previa e informada para el consentimiento”, denuncia la activista a través de un video realizado por Fundar.
El de Eólica del Sur sería el parque más grande de América Latina, con 132 generadores que se instalarían sobre 5 mil 332 hectáreas. El 11 de mayo de 2017 Murat Hinojosa expresó que el proyecto se llevaba a cabo “después de realizar una consulta apegada a la ley, en los municipios de Juchitán de Zaragoza y El Espinal, con un compromiso y beneficio social como la disminución en un 35 por ciento de la factura eléctrica doméstica”.
La consulta organizada por la Secretaría de Economía inició el 20 de octubre de 2014, no obstante, cuatro meses antes las autoridades ambientales ya habían autorizado los permisos para el desarrollo. “Al tiempo que se estaba haciendo la consulta, la Comisión Reguladora entregó la autorización para poder explotar energía eléctrica a Eólica del Sur, cuando los estándares internacionales dicen que debe ser previa a todo, que los pueblos deben participar hasta en la manifestación de impacto”, señala Cruz.
