Descarta INE plan B ante violencia en Oaxaca
En lo que va del proceso electoral, al menos 18 personas ligadas con actividades políticas han perdido la vida en la entidad
Pese a la violencia que ha empañado el proceso electoral ordinario en el estado de Oaxaca, donde según las estadísticas al menos 18 personas ligadas con actividades políticas han perdido la vida, de las cuales 8 eran candidatos a elección popular, la Junta Local del INE descartó que exista un plan B para blindar las casillas que se instalarán el 1 de julio.
“La única vía de acción que nos queda a los ciudadanos, es salir el 1 de julio a refrendar que no es por la vía de la violencia y de la barbarie que vamos a avanzar, por el contrario nos llevaría a dar un paso hacia atrás y pondría en riesgo nuestra precaria democracia”, señaló Édgar Humberto Arias Alba, Vocal Ejecutivo de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE-Oaxaca).
De acuerdo al Instituto, en toda la entidad se instalarán este 1 de julio, 5 mil 420 casillas, mismas que serán vigiladas por más de 50 mil ciudadanos, entre funcionarios de casillas y observadores electorales.
En ese sentido, Arias Alba expuso que a pesar de la violencia, afortunadamente la organización de la jornada electoral se ha llevado a cabo sin contratiempos. “Lo que debemos hacer el 1 de julio, es salir y decidir con libertad lo que queremos para nuestro país para los próximos años”.
“La ciudadanía debe dar un golpe en la mesa, demostrando que nada nos va intimidar y alejarnos de la urnas, que condenemos por la vía de la participación pacífica y democrática cualquier acto de violencia, aportemos a lo que nos toca para un proceso en paz”, detalló el representante del órgano electoral federal.
En las últimas fechas, las guerras sucias entre los candidatos a elección popular han aumentado en las redes sociales, otros han tratado de intimidar a sus contrincantes mediante mantas donde advierten más violencia.
En medio de este panorama, las autoridades federales y estatales han establecido dos operativos especiales en las regiones del Istmo de Tehuantepec y la Cañada, donde se han suscitado los mayores índices de hechos violentos.
