Ambulantes: invasión y anarquía sin control en Oaxaca
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Ambulantes: invasión y anarquía sin control en Oaxaca

El exceso de ambulantes y puestos semifijos ha provocado molestia por parte de los ciudadanos y comerciantes establecidos; autoridades brillan por su ausencia a la hora de dar solución a la problemática


Ambulantes: invasión y anarquía sin control en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca
En la esquina de la calle Valdivieso e Independencia hay varios puestos.

Caminar por las calles Flores Magón, Miguel Cabrera, Las Casas, Bustamante y Rayón es casi imposible, debido a que las banquetas han sido copadas por vendedores de todo tipo, desde aquellos que comercian con ropa, mercancía pirata, bisutería, discos compactos, hasta dulces, comida, y artesanías, que a decir de muchos, son de Chiapas y Guatemala.

En la primera de Flores Magón hay instalados 30 puestos, los propietarios llevan hasta sus sombrillas para cubrirse de lo intensos rayos del sol. En la calle de Miguel Cabrera hay alrededor de 25 en ambos comercios semifijos en ambos lados de la calle, lo que obliga al peatón, en ocasiones, a caminar sobre el arroyo vehicular.

Turistas transitan las principales calles del centro de Oaxaca entre puestos ambulantes.

Dueños de comercios establecidos que enfrentan una competencia desleal. Se calcula que unos 8 mil puestos se encuentran distribuidos en los puntos de mayor afluencia en el Centro Histórico.
En las calles Armenta y López, frente al templo de San Agustín, cada día aumentan los ambulantes, desde aquellos que mantiene la venta de boletos para viajar a la Ciudad de México como vendedores de aguas frescas que ya suman tres puestos.

En Las Casas, 20 de Noviembre y Rayón es notoria la presencia de ambulantes, en la primera calle se contaron 10, en la segunda 15 y en la tercera 10, respectivamente.

En la Alameda de León hay un puesto de raspados, otro más de jugos, dos de bisutería, mientras que en el zócalo siguen los puestos de ambulantes patrocinados por UACOL y FPR, que ahora le hacen competencia a los triquis -desplazados que desde hace años se mantienen en el corredor de Palacio de Gobierno-.

Ni el atrio de la iglesia de Santo Domingo se libra del ambulantaje.

Invaden las calles

A pesar de que las autoridades municipales confirmaron que se concluyó el censo de vendedores en la vía pública, las diversas organizaciones siguen enviando a sus agremiados a colocarse en las calles del Centro Histórico.

Argumentan que existen acuerdos con la autoridad municipal para que este tipo de comerciantes laboren en el zócalo, la Alameda de León y en calles aledañas.

En las calles García Vigil se puede observar como transitan vendedores de dulces, botanas, sombreros y bolsas artesanales que si bien están unos momentos, su objetivo o central es el andador turístico Macedonio Alcalá, la Alameda de León y el zócalo.

Lo que más asombró recientemente fue la instalación de un puesto sobre la calle Independencia, junto al teatro M. Alcalá.

Esther García, responsable de una tienda, expresó que si bien es cierto son pocos los ambulantes que en últimos días se han establecido, lo cierto es que ocupan las banquetas y los peatones se deben bajar a la calle.

“Lo que decimos es que haya orden, nosotros estamos cautivos porque se pagan todos los impuestos, vamos a estar siempre de alguna manera atados, pero siempre tratamos de respetar la ley y hemos observado como muchos no lo hacen”.

Llamó la atención de las autoridades porque además de los vendedores ambulantes que se han adueñado del Centro Histórico, dijo que se ha desatado la inseguridad por la presencia de alcohólicos y drogadictos que deambulan y se concentran en espacios públicos.

“Una de las zonas donde más concurren este tipo de gente es el zócalo, donde a todas horas se les puede observar haciendo de las suyas, sin que las autoridades hagan algo al respecto, lo que daña seriamente la imagen de la ciudad”, subrayó.

Por su parte, el responsable de una joyería, aseguró que si bien en esta zona de la ciudad son más bien vendedores qué transito, su objetivo es asentarse en la zona de Santo Domingo de Guzmán

“Los vendedores ambulantes se han colocado frente al templo de Santo Domingo de Guzmán, en el mismo atrio. Ya ocupan la calle Gurrión y ahora buscan acaparar todo ese espacio porque saben de la afluencia de turistas que llega”.

De la misma forma, en el Andador Turístico se ubican más puestos sin que los inspectores se hayan presentado para verificar las condiciones de estos comerciantes, apuntó.

El Andador Turístico no se salva de los ambulantes.

Ambulantaje genera anarquía

El abogado Juan José Meixueiro dijo que es necesario que las autoridades municipales encuentren una solución al tema del comercio informal, ya que “el cumplimiento de la ley tiene que ser para todos”.

Señaló que el gobierno municipal está obligado a aplicar la ley y hacer valer el estado de derecho, pues están violentando las disposiciones municipales y generan anarquía.

Existe un reglamento para el comercio ambulante que en su artículo 7 dice: “Este reglamento indica que se aplicará con base a los censos y padrones de la actividad comercial”, sin embargo al consultar a la autoridad argumenta que no cuentan con un censo ni empadronamiento real.

El artículo 8o., menciona que todo comerciante deberá portar una foto credencial que previamente la autoridad le ha otorgado y en la realidad ningún comerciante porta esta credencial.
Este mismo artículo en su fracción V menciona sobre el control y la regulación del comercio en vía pública, sin embargo, no existe dicho control ni mucho menos la regulación en virtud de que cada vez más aumentan el número de comerciantes ambulante.

Cada esquina del zócalo es ocupada por vendedores.

Problema social

Jaime Zorrilla Diego indicó que el tema del comercio informal ha escalado en los últimos años, es un problema socio económico que sigue creciendo, dejándose de lado soluciones a largo plazo, pues solo se busca resolver los problemas que surgen al momento. El consejero de la Canaco, lamentó que haya quienes se aprovechan de esta situación donde no hay pago de impuestos, se confrontan comerciantes informales con establecidos e incluso hasta problemas sociales.

Por ello, la autoridad debe hacer cumplir la ley, pero también buscando alternativas para que familias salgan de esa informalidad en la que viven.

Agregó que deben existir los espacios adecuados para que cada comerciante realice su labor, sin afectar a los demás, buscando siempre el bien común, para lo cual, la autoridad debe ser la responsable de verla que se cumpla con la ley.

Cada día aparecen nuevos vendedores ambulantes.

Ambulantaje, avalado por organizaciones político-ideológicas de Oaxaca

Adornan el Andador Turístico

Las calles del andador turístico Macedonio Alcalá se encuentran invadidos por seis puestos de vendedoras de utensilios de cocina de madera, diez puestos de ropa típica, uno de pulseras tejidas y otros comercian con bolsas.

Por la tarde y noche, la escena se completa con la llegada de puestos de hamburguesas, hotdogs, esquites, papas fritas y crepas, que se instalan en las calles y esquinas de esa transitada zona del Centro Histórico.

Administradores de comercios establecidos lamentaron que el ambulantaje se haya disparado, sin que hasta el momento se haya logrado terminar con tanta anarquía, pues la gran mayoría de los nuevos puestos surgieron al empezar el año, con la nueva administración municipal.

Jacobo García aseguró que no es posible que en las calles más emblemáticas de nuestra capital haya hasta seis vendedoras de utensilios de cocina de madera sin que ninguna autoridad acuda a quitarlas de los espacios que ocupan en las calles y que obligan a los peatones a caminar por el arroyo vehicular.

Puesto ubicado en Bustamante esquina con Aldama.

Responsable de un establecimiento comercial, dijo que no se trata de impedir que vendan sus productos sino de que haya orden y se termine con tanto desorden provocado por los ambulantes y en especial por las organizaciones que los manejan.

“Nosotros pagamos impuestos y tenemos derecho a demandar de las autoridades se cumpla con la ley. Si Oaxaca es una ciudad turística pues hay que permitir que los turistas aprecien sus atractivos y no que sean atosigados por los ambulantes”, expresó.

En tanto, Rosa María Robles, también responsable de una tienda, reconoció que poco a poco los ambulantes de han apoderado de las banquetas, pues lo mismo venden artesanías que ropa típica, “Hay veces que aparecen muchos y en otras ocasiones menos pero siempre están vendiendo”.

Lamentó que el andador turístico se hayan convertido en el sitio preferido para todo tipo de comercio informal, lo mismo aparecen vendedoras de tamales, hay quienes expenden aguas frescas y hasta extranjeros que tocan cualquier instrumento musical.

Expuso su malestar pues a pesar de que pagan impuestos y buscan conducirse en la formalidad, cada vez aparecen más personas para vender artesanías, bisutería, ropa típica, alimentos o discos piratas.

Algunos vendedores aceptaron pertenecer a la organización Renacimiento, otros más a UACOL, FPR, pero hay alrededor de 32 agrupaciones de comerciantes que buscan espacios en las calles de la ciudad.

 

 

Informalidad, la punta del iceberg en Oaxaca


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