Soy yo, el que puede estar quieto: Francisco Toledo
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Arte y Cultura

Soy yo, el que puede estar quieto: Francisco Toledo

Desde el sábado, el artista presente su serie de autorretratos Naapia’ en la Ciudad de México


En mayo de 2017, a sus 76 años (los 77 los cumpliría en poco tiempo, en julio), el artista Francisco Toledo presentaba Yo mismo/Naapia’. Lo hacía en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), recinto fundado por su iniciativa, pero donado en 2015 a la Federación. A poco más de un año de aquel acontecimiento que marcó su regreso en solitario a los espacios museísticos de la ciudad, muestra nuevamente su serie de retratos. Ahora, en la Ciudad de México, en la galería Juan Martín en la Ciudad de México.

Son 54 piezas, algunas de este año y que se suman a las 120 creadas para 2017, las que se exponen desde el sábado en el recinto.

En la serie, Toledo reflexiona sobre los autorretratos, algo que en los años 60 del siglo pasado, cuando tenía 21 años, vio de Rembrandt.

“¡Quién diría que años después me vería en aquel espejo!”, cuenta el artista a través del IAGO, institución que también recoge las impresiones de Toledo luego de ver —en un museo de Colonia, Alemania— las imágenes de aquel pintor: “viejo, desdentado, con un trapo amarrado a la cabeza —tal vez ya calvo— riendo ante un espejo”.

En esta ocasión, es Toledo quien se mira a sí mismo y se retrata, mediante la serie de cuadros que en 2017 mostraban a un Toledo niño, de joven, de adolescente, de adulto.

A diferencia de entonces, la exposición que también se llevó a Los Ángeles cuenta con piezas nuevas, hechas con óleo sobre madera, en técnica mixta y como escultura.

Entre las reflexiones del artista sobre sus autorretratos, hay algunas compartidas en la presentación inicial de esta, en 2017:
“Uno llega como llega a esta edad y no hay nada que hacer. Ojalá fuera uno más sabio, pero aprende uno a través del tiempo con los errores y en la pintura creo que es un mundo muy cerrado, entonces no tengo ni veo muchas salidas. Sí hay repetición, un poco de variantes, pero lo veo con sus límites”.

A ello, agregaba que “todo la que ya pintó atrás está presente en uno”.

Recientemente, a propósito de la exposición en la capital del país, ha dicho que recurre al autorretrato porque es el modelo más cercano que tiene: “soy yo, el que puede estar quieto, o puede estar frente al espejo, sin moverse, sin perder intimidad en el trabajo porque no es otra persona a la cual estás dibujando”.