“Ahuehuete de Moctezuma” con más de 1500 años, el segundo árbol más viejo de Oaxaca
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“Ahuehuete de Moctezuma” con más de 1500 años, el segundo árbol más viejo de Oaxaca

El estudio de sus anillos permite considerar al ahuehuete de la Antigua Estación del Ferrocarril como el segundo en importancia, luego del Árbol del Tule


Fue testigo de la fundación de Oaxaca, estimada en 1486 con la instalación del destacamento de soldados aztecas en el entonces Huaxyacac. También de la elevación a rango de ciudad de esta, en 1532. Su “caja negra”, como aquella que aporta datos de un accidente de avión, es una rama secundaria de un metro de diámetro y 5.10 de longitud, y la que tuvo que ser podada por estar muerta y porque su inclinación era un riesgo. Sin embargo, el retiro de ella no fue en vano, pues ayudó a afirmar lo ya dicho en varias ocasiones, que es el “ahuelito” de los oaxaqueños.

De eso, ya no cabe duda, pues como lo explica Rodolfo Alfredo Hernández Rea, el ahuehuete de la Antigua Estación del Ferrocarril (también conocido como “Ahuehuete de Moctezuma”) es el ser vivo más longevo de la ciudad. Y su edad no podrá ser superada ni sumando todas las de los casi 15 presentes en la mesa,donde se muestran tres rodajas del ejemplar, entre ellas la que sirvió para estimar que este árbol viejo del agua tiene 1560 años.

Hasta ahora, este es el dato más concreto que se tiene de este ejemplar, uno de tantos que crecen cerca de los afluentes y que por ello obtienen su nombre: árbol viejo del agua (ahuehuete). Lo mismo que de la especie que abunda en el país y es endémica de este, razones que lo llevan a ver como emblema nacional de México. Entre ellos, Hernández Rea.

Conocer esta edad, señala el también presidente de la Asociación de Árboles Viejos del Agua, permite considerar al ejemplar como el segundo en importancia (el primero es el Árbol del Tule, de más de 2 mil años).También para conseguir un presupuesto destinado al mismo, con el que se garantice su cuidado y existencia por más años.

“El árbol necesita un presupuesto propio, y este tipo de estudios es el punto de partida para justificar el ejercicio y otorgamiento de presupuesto (…). Saber que nos estamos acercando a conocer la edad precisa del árbol, nos debería de mover a entender que es el ser vivo de Valles Centrales”, apunta el ingeniero agrónomo forestal.

Sus anillos, la clave del estudio

Para estimar la edad del ahuehuete, uno que desde abril de 2017 se recomendó regar con 500 litros de agua diarios, se efectuó un estudio dendrocronológico. Para ello, se analizó la rama secundaria que se cortó en febrero de este año (que estaba muerta y había sido afectada por los sismos del último año). La rama, que tenía tres ramas terciaras y una cuaternaria, fue analizada en julio pasado.

Tras cortar algunas rodajas, los alumnos Luis Ángel Silva Ramírez y Neol Eliu Morales Pérez procedieron a contar los anillos de crecimiento anual del árbol, bajo la guía de Hernández Rea, quien también se desempeña como docente en la escuela de estos, el Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca (ITVO).

El estudio fue del 23 al 27 del mismo mes, en el laboratorio de dendrocronología del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relación Agua, Suelo, Planta, Atmósfera (Inifap-Cenid-RASPA), ubicado en Gómez Palacio, Durango.

El conteo indicó que la rama secundaria tiene 337 anillos de crecimiento anual.

El anillo de crecimiento de las especies, como esta, está constituido por dos partes, una blanca, que es la que incrementa más porque crece cuando la temporada es más benigna (en primavera-verano); y una parte oscura, que es del crecimiento en la época menos favorable (en sequías, en otoño-invierno), detalló Hernández Rea.

Testigo de la historia

Al contar con más de un milenio y medio de vida, el ahuehuete de la Antigua Estación del Ferrocarril ha sido testigo de otros tantos sucesos, entre ellos el inicio del movimiento de Independencia del país, desde lo vivido en la otrora “Verde Antequera”.

La Revolución Mexicana es otro de los momentos vividos por el “ahuelito”, que en el siglo XIX también presenció la inauguración del ferrocarril, en 1892. Lo mismo que el último viaje en tren, en un área que ahora alberga a dos museos: uno dedicado a la historia ferroviaria y otro a la niñez (Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur y Museo Infantil de Oaxaca).

Tras la presentación de las tres rodajas estudiadas, y como forma de acercar a la sociedad a este ser vivo, una de ellas se exhibirá en el Museo Infantil y otra en el Archivo Histórico.

Pero esto, el estudio y las exhibiciones, son el inicio de una serie de acciones en torno al árbol, refieren Hernández Rea y Waldini Ortega (director del museo). Entre los planes que se tiene están más estudios y la publicación de los primeros (en aproximadamente un mes) en las instalaciones del MIO.

También se prevé una nueva recomendación de riego, que se prevé en 500 litros de agua en seis días de la semana y de mil litros en uno. Además de la ampliación de la reja que lo protege.

“Queremos convocar a aquellos historiadores, o a cronistas, específicamente trabajar con el del barrio del Ex marquesado, Gerardo Castellanos, para hacer un estudio más completo y complementar lo que se está haciendo en materia técnica con el aspecto histórico. La gente, aparte de conocer los aspectos técnica, necesita conocer la historia del árbol”, refiere Ortega sobre un ejemplar que Hernández ve como ejemplo de perseverancia.

“A pesar de todo el descuido que ha recibido durante los últimos 30 años, es una muestra de perseverancia, de vigor, de deseos de vivir”.