Poco se habla de la vida amorosa de Emiliano Zapata, uno de los mayores símbolos de la Revolución Mexicana. Normalmente, las características que siempre resaltan del también llamado Caudillo del Sur suelen ser su papel como general del Ejército Libertador, su labor en la lucha campesina y su particular valentía para enfrentarse a los problemas.
A pesar de que la lista de mujeres que lograron flecharle el corazón es mucho más pequeña que la de su amigo y compañero de batalla Francisco Villa, la realidad es que más de 5 tuvieron la oportunidad de estar al lado de uno de los héroes más importantes de la historia de México.
De acuerdo con un artículo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el caudillo tuvo un total de 10 esposas y con cada una tuvo sucesores, esto quiere decir que dejó un gran legado. La cantidad de hijos varía según algunos historiadores, no obstante, se sabe que aproximadamente dejó una descendencia de 15 hijos e hijas.
Cabe destacar que, desafortunadamente, un gran porcentaje de sus herederos perdieron la vida por las malas condiciones de salud, higiene y alimentación que existieron en el México de inicios del siglo XX, principalmente en el estado de Morelos, entidad en la que nació y vivió el líder del Ejército Libertador del Sur.
Por otro lado, aunque diversas fuentes oficiales sitúan a Josefa Espejo como la esposa principal del revolucionario, antes de concretar su boda con ella y después de culminar su amor, Emiliano estuvo con distintas mujeres que lo acompañaron en sus sueños revolucionarios.
La primera dama de la que se enamoró en su juventud fue de Inés Alfaro Aguilar, una jovencita que conoció en Villa de Ayala. Se trataba de una muchacha de familia acomodada, pues su padre, Remigio Alfaro era uno de los hombres más influyentes de la colonia.
Antes de decidir formar una familia con ella, el hombre había tenido un romance con Luisa Merino, considerada por algunos especialistas como la mujer número 11 en la vida del soldado, pero no es tan reconocida porque según se afirma, nunca llegó a nada serio con ella.
Zapata enseguida quiso desposar a Alfaro Aguilar y después de contraer nupcias nacieron 5 pequeños: la mayor fue Guadalupe, luego llegó Nicolás, después Juan y Ponciano y la menor se llamó María Elena Zapata Aguilar. Pese a que fueron vastos los frutos de esta relación, Inés declaró el 3 de noviembre de 1943 a través de un documento que el único que quedaba con vida era Nicolás.
Felipe Ávila, historiador del Colegio de México detalla que Milano -como le decía de cariño su familia- fue denunciado por la familia de Inés porque descubrieron su infidelidad con Josefa Espejo. Posteriormente fue arrestado y lo alistaron en el ejército federal, aunque al poco tiempo logró escapar.
Al volver decidió formar una nueva familia al lado de Josefa, también llamada “La Generala”, hija de los hacendados Fidencio Espejo y Guadalupe Sánchez Merino, quienes se opusieron rotundamente a su relación.
Tiempo después, esos obstáculos no fueron impedimento, ya que al final se casaron y procrearon dos hijos. El primero fue un varón de nombre Felipe Zapata Espejo, quien cinco años después moriría por una mordida de víbora. La segunda se llamó Josefa, quien también murió muy pequeña por una picadura de alacrán.
Después de aquel amorío, el defensor de la tierra conquistó el corazón de Margarita Sáenz Ugalde. Trajeron al mundo a tres pequeños, Luis Eugenio, Margarita y Gabriel Zapata Sáenz, estos últimos murieron al poco tiempo de haber nacido y el único que llegó a edad adulta fue Luis.
La cuarta mujer fue Petra Portillo Torres, muchacha con la que sostuvo un noviazgo en secreto hasta que Zapata terminó su relación con Margarita y le propuso matrimonio a Petra. De esta unión nació Ana María Zapata Portillo, una de las pocas jóvenes que también logró llegar a la etapa adulta antes de su muerte.
Como Emiliano no se daba por vencido, decidió probar suerte de nuevo con María de Jesús Pérez Caballero. Ellos dieron vida a Mateo Emiliano Zapata Pérez que nació el 21 de septiembre de 1917 y murió el 10 de enero de 2007 en Cuautla.
El sexto matrimonio fue con Georgina Piñeiro, mujer con la que tuvo a Diego Zapata Piñeiro, nacido en 1916 y fallecido en el año 2008 en la Ciudad de México. Cabe destacar que este último le dio cuatro nietos al revolucionario.
Con Gregoria Zúñiga Benítez intentó por séptima vez confiar en el amor, sin embargo, lamentablemente la mujer falleció de meningitis y no pudieron dejar descendencia.
Posteriormente se enamoró de Luz Zúñiga con quien no tuvo descendencia, no obstante, el historiador Carlos Barreto Mark dijo que existe la versión de que tuvo un niño que aparentemente murió al nacer.
Finalmente conoció a Agapita Sánchez con quien procreó a Carlota Zapata Sánchez. Su última mujer fue Matilde Vázquez, dama de la que nació su hijo llamado Gabriel Zapata Vázquez. Actualmente la mayoría de sus hijos se encuentran en el Panteón Municipal de Cuautla.
