Los drones desechables ya existían y los hay de diversas modalidades, drones hechos de hongos (sí, de hongos) o drones hechos de cartón. Pero ahora, Amazon acaba de dar un paso más allá y patentó una idea para que los drones se desechen y caigan de forma segura al piso.
A inicios de esta semana se le otorgó a la compañía la patente para la “fragmentación directa para vehículos aéreos no tripulados”. Al parecer se trata de un drone que se autodestruye si algo no sale bien.
Entre otras cosas, el documento explica que en los drones existiría un “controlador de fragmentación”, que les permitiría desbaratarse en caso de que exista algún problema.
La idea central es que la computadora que manipula al drone a distancia podría estudiar la trayectoria del vuelo del vehículo, así como las condiciones climáticas y demás percances para iniciar la secuencia de fragmentación si es necesario.
Si el destino final de estos vehículos es la destrucción, lo mejor es que lo haga en pequeños pedazos que no representen un riesgo para nadie.
Lo cierto es que Amazon ha creado muchísimas patentes y, por lo tanto, se trata de un concepto, porque más allá de que esto suceda o no, la compañía tiene que enfrentarse a muchísimas regulaciones y generar la confianza necesaria para que los consumidores acepten que un drone les va a entregar su pedido.
