Nueva Inteligencia Artificial detecta contraseñas a través del sonido del teclado
Ha alcanzado una precisión asombrosa del 93% en la identificación.
Un estudio reciente sugiere que una avanzada inteligencia artificial (IA) puede reconocer lo que un usuario teclea, incluyendo contraseñas, simplemente a partir del sonido generado durante una videoconferencia en Zoom. Esta IA ha alcanzado una precisión asombrosa del 93% en la identificación.
Investigadores de la Universidad de Surrey, la Universidad de Durham y la Universidad Royal Holloway de Londres demostraron que el sonido producido al teclear puede ser capturado y analizado para deducir lo que se está escribiendo. Durante el experimento, los sonidos de las teclas del MacBook Pro fueron grabados tanto a través de Zoom como con un smartphone cercano. Posteriormente, desarrollaron un modelo de aprendizaje automático que, al ser entrenado con estos datos, logró una precisión de lectura del 95% con grabaciones telefónicas y 93% con grabaciones de Zoom.
Ehsan Toreini, coautor del estudio y afiliado a la Universidad de Surrey, expresó su preocupación por la creciente precisión de estos modelos y los potenciales riesgos asociados, en especial dada la proliferación de dispositivos inteligentes con micrófonos integrados en muchos hogares.
Aunque este tipo de reconocimiento acústico no es nuevo, el nivel de precisión alcanzado en esta ocasión es sin precedentes, superando a los sistemas anteriores. Sin embargo, se destaca que este estudio es meramente conceptual y no se ha probado en entornos prácticos, como cafeterías.
Para mitigar el riesgo de ciberataques de esta naturaleza, los investigadores sugieren opciones como el uso de sistemas de autenticación biométrica o en dos pasos. También se propone emplear una combinación de mayúsculas, minúsculas, números y símbolos en las contraseñas, dado que la IA aún tiene dificultades para reconocer cuándo se pulsa la tecla Mayúsculas.
El profesor Feng Hao de la Universidad de Warwick, quien no formó parte del estudio, advierte adicionalmente sobre el riesgo de teclear mensajes sensibles frente a cámaras durante videoconferencias, ya que incluso los movimientos del hombro y la muñeca podrían ofrecer pistas sobre lo que se está tecleando.
El descubrimiento subraya la necesidad de educar al público sobre estos riesgos emergentes y reevaluar la regulación en torno a la IA y su potencial de uso en ciberataques.
