Bailón, un gigante del asfalto

Fue en la preparatoria, cuando veía pasar a José Luis Estrada (hijo), a bordo de su bicicleta de carreras, que lo motivó a practicar esta disciplina que con el tiempo lo llevó incluso a ser parte de la selección nacional.

“Estudiaba el bachillerato en la URSE de la colonia Alemán esto fue en 1984, cuando lo veía pasar, yo junto a otros compañeros esperábamos el autobús para regresar a casa, me fue interesando y después mis padres me compraron una bicicleta con la que empecé a hacer mis primeros entrenamientos”.

Oriundo de San Pablo Huixtepec, comunidad que se encuentra a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de Oaxaca, Alberto Bailón sigue impulsando este deporte.

“Recuerdo que a los pocos días había una carrera a Mitla, llegué a participar, pero como no llevaba casco, no quería dejarme correr –la verdad se me había olvidado- pero luego de unos minutos me dieron oportunidad, fue así como me integré a las carreras donde me coloqué entre los primeros lugares”.

Dijo que al poco tiempo invitó a sus hermanos a las carreras dominicales, “a los seis meses de haberme integrado a este deporte en 1985 ya tenía 17 años hubo una competencia a San Pedro Totolapam, donde quedé en tercer lugar, gracias a esto me invitaron a la selección del estado para ir a correr a la Ciudad de México”.

Ya con mejor preparación tomé parte en la Vuelta a Veracruz, “gané una etapa, esto hizo que me invitarán a la Vuelta a Guatemala con Vicente López, éramos juveniles, pero como entrenábamos con Pedro Martínez íbamos a Guelatao por lo que andábamos muy bien”.

Recuerda que ahí ganó una etapa y se mantuvo como líder hasta el final, logrando de esta manera uno de sus grandes triunfos dentro del llamado deporte del pedal y la fibra.

Corrió junto a los grandes como Miguel Arroyo Rosales “El Halcón de Huamantla”, en la Vuelta del Golfo de México para ser campeón de combatividad.

Kilómetro a kilómetro se fue forjando cuerpo de hierro que lo hizo luchar con corredores de otros países, como rusos, estadounidenses europeos entre otros.

En 1990 ya el oaxaqueño se mantenía dentro de la élite del ciclismo mexicano, ganando la cuarta etapa de la Ruta México, que tuvo un recorrido de 215 kilómetros, con meta en la ciudad de Zacatecas.

Gracias al esfuerzo de su equipo, Bailón Hernández se mantuvo durante tres días como líder de la prueba internacional, acaparando las portadas de los diarios deportivos de esa entonces.

Un año después gracias a estos resultados, también fue llamado a integrarse al Comité Olímpico para representar al país en carreras internacionales, en Europa, Centro y Sudamérica, entre otros lugares.

El ciclista radicó durante varios años en Zacatecas, para después regresar a Oaxaca, donde se instaló, con el fin de forjar nuevas figuras del ciclismo.

“Hoy trato de compartir mis conocimientos y experiencias con las nuevas generaciones, hay talento, sin embargo, es necesario apoyarlos para que sigan mejorando”.