La inflamación es uno de los malestares más comunes a nivel mundial, que afecta a una gran parte de la población. Este fenómeno se produce cuando el sistema inmunológico responde a una lesión, infección o irritación, pero, en muchos casos, la inflamación crónica puede estar relacionada con una mala alimentación, enfermedades autoinmunes o intolerancias alimentarias, como la intolerancia al gluten o la lactosa.
A menudo, la inflamación no es evidente hasta que se experimentan molestias como hinchazón o dolor en ciertas áreas del cuerpo, por lo que muchas personas continúan consumiendo alimentos que les provocan malestar sin saberlo.
La inflamación crónica está vinculada con diversas enfermedades graves, como artritis, enfermedades cardíacas, infartos cerebrales y ciertos tipos de cáncer. Por eso, es crucial adoptar hábitos alimenticios que ayuden a reducir este proceso y, en consecuencia, a prevenir posibles complicaciones de salud a largo plazo.
ALIMENTOS ANTIOXIDANTES
Una de las mejores formas de reducir la inflamación en el cuerpo es incorporar alimentos ricos en antioxidantes. Estos compuestos protegen a las células del daño oxidativo y juegan un papel fundamental en la lucha contra la inflamación. Se encuentran de manera natural en frutas, verduras, nueces, semillas y otros alimentos saludables.
En este contexto, los nutricionistas del Departamento de Bienestar Corporativo de Baptist Health South Florida recomiendan los siguientes alimentos para disminuir la inflamación:
Vegetales de hojas verdes y oscuras: Espinacas, acelgas y kale (col rizada) son ricos en vitaminas y antioxidantes.
Vegetales coloridos: Zanahorias, pimientos y berenjenas contienen compuestos antiinflamatorios que favorecen la salud.
Tomates: Además de vitamina C y potasio, los tomates son ricos en licopeno, un potente antioxidante.
Bayas: Arándanos, frambuesas, moras y fresas son excelentes fuentes de antioxidantes y fibra.
Nueces y semillas: Almendras, nueces, chía y linaza contienen grasas saludables que ayudan a reducir la inflamación.
Aceite de oliva: Rico en polifenoles, especialmente el oleocantal, conocido por sus propiedades antiinflamatorias.
Pescados grasos: Salmón, sardinas y caballa son fuentes naturales de ácidos grasos omega-3, que combaten la inflamación.
ALIMENTOS RECOMENDADOS
Además de los alimentos mencionados, diversos estudios y expertos, como el hospital George Washington, recomiendan incorporar los siguientes alimentos a la dieta diaria para reducir la inflamación:
Bayas: Fresas, arándanos y moras contienen antioxidantes y fitoquímicos que son efectivos para disminuir la inflamación.
Salmón y pescados grasos: Estos pescados son ricos en ácidos grasos omega-3, los cuales son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
Brócoli: Un vegetal rico en sulforafano, un compuesto que ayuda a combatir la inflamación.
Aguacate: Rico en grasas monoinsaturadas, vitamina E y carotenoides, ayuda a reducir la inflamación.
Tomates: Su alto contenido en licopeno lo convierte en un potente antioxidante antiinflamatorio.
Nueces: Este tipo de frutos secos es rico en ácidos grasos saludables y vitamina E, lo que ayuda a reducir la inflamación.
Té verde: Gracias a su alto contenido de catequinas, el té verde posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Aceite de oliva: Además de sus propiedades antioxidantes, este aceite combate la inflamación y favorece la salud cardiovascular.
Naranjas: Además de vitamina C, las naranjas contienen flavonoides que ayudan a reducir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico.
Cúrcuma: Esta especia contiene curcumina, un compuesto con potentes efectos antiinflamatorios.