Celebrar un cumpleaños en México y muchos otros países suele implicar una mesa llena de alimentos irresistibles: pastel de chocolate o tres leches, gelatinas de colores, botanas saladas, refrescos y, en ocasiones, antojitos como tamales o tacos dorados. Aunque estos productos forman parte de una tradición festiva entrañable, también es importante conocer su impacto en la salud.
Altos en azúcar, grasa y sodio
Los alimentos más comunes en los cumpleaños contienen ingredientes poco recomendables si se consumen en exceso. Un solo trozo de pastel puede aportar entre 300 y 600 calorías, además de grandes cantidades de azúcar y grasa. Si se acompaña con refresco, las cifras se disparan.
“Las fiestas infantiles o familiares suelen incluir botanas empaquetadas ricas en sodio y grasas trans, además de postres con exceso de azúcar. Todo esto contribuye al riesgo de obesidad, especialmente en niñas y niños”, explica la nutrióloga Mariana Cruz, especialista en salud comunitaria.
El riesgo de la “normalización”
El problema no está solo en la ocasión, sino en que muchas familias celebran cumpleaños con frecuencia sin moderación, normalizando el consumo semanal de este tipo de productos. En México, donde el sobrepeso infantil afecta a más del 35% de la población escolar, según la ENSANUT 2022, este patrón alimenticio resulta alarmante.
¿Cómo equilibrar las celebraciones?
La buena noticia es que no se trata de eliminar la diversión, sino de equilibrarla. Algunas recomendaciones de expertos incluyen:
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Reducir el tamaño de las porciones de pastel y refrescos.
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Ofrecer alternativas saludables como aguas frescas naturales sin azúcar, fruta picada o gelatinas caseras con poca azúcar.
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Incluir juegos activos para que los niños se muevan en lugar de solo estar sentados comiendo.
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Enseñar desde pequeños que se puede celebrar con alegría sin excederse en comida poco nutritiva.
“Una fiesta saludable no tiene por qué ser aburrida”, afirma Cruz. “Todo está en cómo se presenta la comida y en hacer de la celebración un momento de convivencia, no solo de consumo.”