El uso de leña genera contaminantes que perjudican la salud de unos 28 millones de mexicanos. Los principales afectados son 106 municipios rurales ubicados en el centro y sur del país. Esta población también tiene un alto riesgo de sufrir COVID-19, advierte un informe del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), la UNAM y el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA), asociación civil que impulsa el uso de estufas ecológicas.
El estudio refiere que el uso de leña puede ocasionar enfermedades respiratorios y hasta cáncer pulmonar que el coronavirus agrava. El uso de la misma ha aumentado durante la pandemia, pues las familias con gas LP se han pasado a este recurso, ya sea por cercanía o porque se debilitaron los canales de distribución de gas.
Chiapas, Guerrero, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Chihuahua, Campeche y Yucatán son algunos de los estados donde se encuentran puntos críticos con alto uso de leña en fogones abiertos. Estas áreas constituyen lugares de alto grado de vulnerabilidad al COVID-19, pues se suman factores como pobreza y altitud, indica el informe. Además, hay ausencia de seguridad social y lejanía a centros médicos.
Los investigadores refirieron que el gran problema se encuentra en el uso de la leña en estufas mal construidas con chimeneas poco adecuadas para sacar el humo de las casas. Su uso está muy arraigado en comunidades rurales, pues está al alcance de la mano y resulta más económico que el Gas LP. Se estima que en todo el mundo casi el 40 % de la población cocina con leña, muchas veces por una cuestión cultural para preparar ciertos alimentos como la tortilla y el tamal en México.
En el caso de los fogones abiertos, la exposición a contaminantes como partículas suspendidas y monóxido de carbono por humo de leña debilita la respuesta inmune del organismo, y se ha asociado a enfermedades respiratorias agudas. La bronquitis crónica y el cáncer pulmonar se encuentran en esta lista, advierte el informe. Al respecto, el COVID-19 puede agravar estas enfermedades, así como el riesgo de muerte.
Alternativas
Asociaciones como GIRA han impulsado el uso de estufas ecológicas, las que permiten disminuir la combustión y uso de leña. Además,tienen conductos que sacan el humo del hogar a través de una chimenea.
Además de los beneficios para la salud, las estufas han incorporado un temporizador que permite realizar otras labores en la casa mientras la comida se está cocinando. Esto beneficia a quienes tienen una vida laboral bastante agitada y deben realizar múltiples actividades en el mismo día.
Además del gas, hay cocinas que utilizan la electricidad para trabajar, de modo que, si bien representa una inversión mayor en un principio, a largo plazo resultan más que rentables.