Uno de los padecimientos más comunes es el agotamiento por calor. El cuerpo genera esta respuesta debido a la pérdida excesiva de agua y sal que contiene nuestro sudor.
Cómo identificarlo: tu piel se torna más pálida, dolores de cabeza recurrentes, fatiga fuera de lo normal y sudoración excesiva.
Esto no resulta grave para la salud si se tiene precaución y se detectan las anomalías a tiempo, seguido de una visita al médico.
Otras afectaciones que podrían traer la exposición al calor por mucho tiempo son:
- Salpullido: esta irritación puede ser causada por el sudor y puede llegar a ser molesto y agravarse en caso de una infección.
- Calambres: son ocasionados por la pérdida de sales en el sudor y pueden presentarse como espasmos dolorosos en el estómago, bazos y pienas principalmente.
- Desmayos: puede suceder si se está mucho tiempo de pie o hay un cambio brusco de posición ya que no hay buen suministro de sangre en el cerebro y se pueden experimentar mareos o desmayos.
- Insolación: en estos casos hay que tener mayor cuidado ya que podría resultar grave no atenderse. Entre los síntomas están los mareos, confusión, sentir la piel muy caliente y hasta convulsiones o pérdida del conocimiento.
En temporada de calor es importante tener ciertos cuidados como no mantenerse mucho tiempo en exposición con el sol, tomar muchos líquidos, procurar estar en la sombra y el uso de protector solar.