La violencia armada volvió a sacudir la región de la Llanada oaxaqueña. Alrededor de las 10 de la mañana de este viernes, en la comunidad de Santiago Llano Grande, un hombre fue asesinado con disparos de arma de fuego por sujetos aún no identificados. Se trata de una localidad afromexicana enclavada en la Costa del estado, donde la violencia se ha vuelto cada vez más frecuente.
Testigos relatan un ataque directo
Según relataron habitantes de la zona, la víctima fue atacada a plena luz del día por individuos armados que, sin mediar palabra, lo privaron de la vida. El asesinato se perpetró en una vía pública. Lo que generó pánico entre los pobladores y obligó a muchos comerciantes a cerrar sus negocios temporalmente.
La identidad del fallecido no ha sido revelada oficialmente hasta el momento. Y tampoco se conocen los motivos detrás de este crimen.
Fiscalía de Oaxaca toma control de la investigación
Elementos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) se trasladaron rápidamente al lugar de los hechos. La zona fue acordonada para permitir que se llevaran a cabo las diligencias de ley: levantamiento del cuerpo, recolección de evidencia balística y toma de testimonios de los posibles testigos.
Hasta el cierre de esta edición, la FGEO no ha emitido un comunicado oficial con mayores detalles del caso. Tampoco ha confirmado si se sigue alguna línea de investigación concreta.
Una región marcada por la marginación y el abandono
Llano Grande La Banda forma parte de una microregión afromexicana históricamente marginada. Donde la presencia del Estado es débil y la violencia se ha convertido en una constante. Organizaciones civiles han denunciado el crecimiento de células criminales dedicadas a actividades como el narcomenudeo, la tala ilegal y la extorsión, aprovechando el aislamiento geográfico y la falta de desarrollo económico.
Urge una respuesta institucional más allá del peritaje
La ejecución de este viernes no solo incrementa las estadísticas de homicidios dolosos en Oaxaca, sino que también pone en evidencia la fragilidad del Estado de derecho en zonas rurales. Mientras la Fiscalía cumple con los protocolos tras los hechos. Pobladores de la comunidad señalan que sigue expuestos y en incertidumbre, sin respuestas claras ni protección efectiva.
Vecinos consultados señalaron sentirse indefensos.
“Aquí ya nadie denuncia nada, porque ni hay seguridad ni confianza en las autoridades”, lamentó uno de los pobladores.
Violencia que normaliza el miedo
Este nuevo asesinato en Llano Grande es un recordatorio doloroso de la normalización de la violencia en muchas regiones de Oaxaca.
Por lo tanto, urge que las autoridades estatales y federales refuercen estrategias integrales de seguridad y desarrollo social que no se limiten al despliegue momentáneo de peritos y patrullas. Mientras no se garantice justicia, prevención y atención a las causas profundas del crimen, estas ejecuciones seguirán repitiéndose.