Dos mujeres fueron detenidas por presuntamente haber manipulado la escena del incendio en el que varios menores resultaron con quemaduras de gravedad durante un campamento escolar en el colegio Francoise Dolto. Se les acusa del delito de preservación indebida de indicios y evidencias, al haber intervenido el lugar antes de que llegaran las autoridades para realizar las diligencias correspondientes.Así lo informó la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) a través de un comunicado.
Los hechos ocurrieron el pasado 29 de abril de 2025, durante una actividad recreativa organizada por el plantel con motivo del Día del Niño. Según las primeras indagatorias, durante un campamento escolar en las instalaciones ubicadas en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, un adulto arrojó alcohol etílico a una fogataL Lo que provocó una explosión de fuego que alcanzó a varios estudiantes. Las llamas causaron lesiones de consideración en varios menores.
Manipulación de la escena tras el incidente
De acuerdo con la carpeta de investigación integrada por la Fiscalía Especializada en Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes, luego del accidente, personal del colegio intervino en el lugar de los hechos antes de que las autoridades iniciaran las diligencias oficiales. La investigación arrojó que las hoy detenidas habrían alterado la escena, limpiando o retirando evidencia clave. Lo que configura una violación al debido proceso en la preservación del lugar del crimen.
Con base en esta evidencia, la FGEO obtuvo del juez de control las respectivas órdenes de aprehensión por el delito estipulado como preservación de indicios y evidencias en el lugar de los hechos. Una figura penal que busca proteger la integridad de las investigaciones en eventos donde existen víctimas, especialmente menores.
Detención y proceso judicial
Tras la obtención del mandato judicial, agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) implementaron un operativo que culminó con la detención de ambas mujeres. Las cuales eran trabajadoras del colegio. Fueron puestas a disposición del juez correspondiente, quien determinará su situación jurídica en los próximos días.
Este delito no implica necesariamente que las detenidas hayan causado directamente las lesiones, pero sí las involucra en la obstrucción del proceso legal. Una conducta sancionada por el sistema penal debido a su impacto en la procuración de justicia.
Investigación continúa para dar con responsables directos
La FGEO informó que las investigaciones no concluyen con estas detenciones. Aún se busca establecer la responsabilidad de quienes provocaron directamente el incidente que causó las quemaduras a las niñas y niños. Hasta el momento no se ha precisado si la persona que arrojó el alcohol ha sido identificada o localizada.
La Fiscalía reiteró su compromiso de llevar a cabo investigaciones con enfoque de infancia y adolescencia. Además resaltó la necesidad de que este tipo de eventos, donde hay menores de edad afectados, sean tratados con especial sensibilidad, rapidez y rigor jurídico.
Contexto legal: preservación de indicios como figura penal
El delito de preservación indebida de indicios y evidencias está tipificado en el Código Penal de Oaxaca como una falta que entorpece el esclarecimiento de los hechos. Aunque no siempre es tan visible como un delito violento, esta conducta puede tener implicaciones graves en casos donde la integridad de la escena es esencial para identificar a los verdaderos responsables.
En este caso, la actuación anticipada de las empleadas del colegio habría dificultado la labor de los peritos. Lo que motivó la intervención de la Fiscalía y la judicialización del caso.
A manera de conclusión
El incidente en el colegio Francoise Dolto pone sobre la mesa no solo la urgencia de garantizar entornos seguros en espacios educativos, sino también el correcto actuar de todos los involucrados tras una emergencia. Las investigaciones continúan, y la Fiscalía ha enfatizado que agotará todas las líneas para esclarecer los hechos y garantizar justicia a las familias afectadas.
La comunidad escolar y la sociedad oaxaqueña esperan que este caso marque un precedente en la protección de menores en actividades escolares, y en la responsabilidad institucional ante situaciones de riesgo.