En un acto repudiable de violencia escolar, México ha sido testigo nuevamente de un caso de acoso que puso en peligro la vida de un estudiante. Cristián Carranza, un joven de 18 años, fue rociado con gasolina y prendido en fuego por dos compañeros de su escuela en la Escuela de Mecánica Automotriz CEDVA, plantel Texcoco.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo 18 de noviembre durante un taller de mantenimiento de motocicletas. Según relatos de familiares en redes sociales, un compañero decidió rociar gasolina sobre el pantalón de Cristián, mientras que otro encendió un encendedor, dejando al joven en llamas frente al profesor y otros estudiantes.
Cristián, que sufre bullying debido a no tener una motocicleta, cursa una especialidad en mecánica especializada en motos. Sus padres, René Carranza y Rosalía Camacho, informaron que el joven presenta quemaduras de segundo y tercer grado en piernas y genitales, requiriendo tratamiento hospitalario prolongado.
A pesar de la gravedad de la situación, la institución educativa enfrenta acusaciones de la familia Carranza por no asumir los gastos médicos ni presentar a los responsables ante las autoridades. Aunque Cristián está cubierto por un seguro escolar, la deuda ha alcanzado los 60 mil pesos hasta el 20 de noviembre, una cantidad que la familia no puede cubrir. Se necesitaría una cirugía, pero los costos adicionales representan un desafío financiero adicional.
Los padres denuncian que la escuela se niega a entregar los videos que registraron la agresión, exigiendo un oficio legal para hacerlo. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México ha iniciado una investigación, pero aún no ha emitido un comunicado oficial.
Cristián Carranza y sus padres también señalan la falta de extintores en la zona donde ocurrió la agresión y la ausencia de protocolos para casos de este tipo en la institución. Hasta el momento, la escuela no ha emitido comentarios sobre el incidente. La comunidad espera una pronta respuesta de las autoridades educativas y judiciales para garantizar la seguridad de los estudiantes y prevenir futuros episodios de violencia en las instituciones educativas.