Un nuevo caso de secuestro virtual puso en alerta a las autoridades y evidenció la vulnerabilidad de trabajadores foráneos en la región del Istmo de Tehuantepec. Seis hombres —cuatro de ellos empleados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y dos más trabajadores del proyecto del Tren Interoceánico— fueron privados de su libertad de forma virtual en un hotel de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
MIEDO POR TELÉFONO
El engaño fue orquestado mediante llamadas telefónicas intimidatorias que simulan un secuestro real. Una modalidad delictiva cada vez más frecuente en el país. Las víctimas se encontraban hospedadas en el Hotel Xcanda. Donde fueron aisladas bajo amenazas, mientras sus supuestos captores negociaban pagos con sus familias a distancia.
Gracias a la denuncia oportuna y la coordinación entre distintas corporaciones de seguridad, se logró ejecutar un operativo que culminó con la liberación de los seis hombres. Todos originarios del estado de Chiapas.
EL OPERATIVO Y LA LIBERACIÓN
Tras recibir la alerta, se activó un operativo estratégico que permitió ubicar y rescatar a las víctimas. La intervención fue precisa y sin enfrentamientos, según confirmaron fuentes cercanas al caso. Las víctimas fueron halladas en el mismo hotel donde se alojaban, lo que confirma que no hubo traslado físico, pero sí un control psicológico y operativo que limitó su libertad y generó extorsión.
Tras su liberación, las seis personas fueron trasladadas a instalaciones oficiales para verificar su estado de salud y contactar a sus familiares. Con el fin de informar sobre su integridad y evitar que se concretaran transferencias de dinero o nuevas acciones delictivas.
¿QUÉ ES UN SECUESTRO VIRTUAL?
A diferencia del secuestro tradicional, el virtual no implica un contacto físico directo con la víctima. En cambio, utiliza el miedo, el aislamiento y la manipulación emocional a través de llamadas telefónicas para hacer creer tanto a la víctima como a sus familiares que están en peligro inminente.
Esta modalidad delictiva ha proliferado en los últimos años y afecta principalmente a personas que se encuentran de paso en lugares desconocidos. Como fue el caso de estos trabajadores chiapanecos desplazados por motivos laborales.
VULNERABILIDAD LABORAL Y CRIMINALIDAD EN ZONAS DE PROYECTO
Este caso expone una preocupación más profunda: la exposición de trabajadores del sector público y de obras estratégicas, como el Tren Interoceánico, a riesgos delictivos en zonas donde operan fuera de su lugar de residencia.
La falta de protocolos de seguridad personal y la limitada orientación sobre cómo actuar ante intentos de extorsión hacen que sean blancos fáciles para este tipo de delitos. A medida que avanzan megaproyectos como el Tren Interoceánico en el sureste mexicano, también aumentan los desafíos en materia de seguridad y protección de los trabajadores.
LAS AUTORIDADES INVESTIGAN RESPONSABILIDADES
La Vicefiscalía Regional del Istmo inició las investigaciones ministeriales para determinar si hubo actores locales implicados. O, algún tipo de complicidad con redes delictivas que operan estos engaños telefónicos. Hasta el momento no hay detenidos.
La fiscalía ha reiterado su llamado a la población para mantenerse alerta, desconfiar de llamadas sospechosas y colgar de inmediato. También recomienda comunicarse con familiares y reportar cualquier intento de extorsión al número 800 00 77 628, disponible para orientación y atención inmediata.
¿PREVENCIÓN O SIMPLEMENTE REACCIÓN?
Si bien el operativo fue exitoso, el caso deja en evidencia la necesidad de prevenir, no solo de reaccionar. La falta de campañas masivas sobre secuestros virtuales y la escasa formación en protocolos de actuación para trabajadores del sector público podrían seguir facilitando este tipo de delitos.
Los seis hombres están a salvo, pero la pregunta persiste:
¿cuántas personas caerán mañana ante un esquema que, aunque conocido, sigue funcionando?